Hace unos meses la cantante colombiana Petrona Martínez viajó a los modernos estudios Jonathan Recordings de Bristol, Inglaterra.
El lugar está equipado con la más moderna tecnología de grabación en 24 pistas y solamente la sala de controles ocupa un área de 50 metros cuadrados.
Pero al poner toda esa maquinaria al servicio de la artista no se estaba pensando en lograr un disco de exhaustiva producción, con mezclas y efectos por doquier.
Desde luego, no toda la música colombiana se graba actualmente con ese espíritu antropográfico.
Grupos juveniles como Curupira y Manguala le han dado al folclor un nuevo impulso, revistiéndolo con instrumentaciones más roqueras.