Uno de los criterios de clasificación
de las ventanas es por el tipo de
apertura que tienen. La elección de
uno u otro depende de distintos
factores: la cantidad de ventilación
requerida, de iluminación,
seguridad, sencillez del mecanismo,
e incluso el espacio de que
disponemos para la apertura.
Las ventanas son
elementos formados por la
estructura y vidrios o
cristales, que permiten
regular el cierre de un
vano, generalmente no
transitable.
Tienen por finalidad
principal proporcionar luz
natural, ventilación a las
habitaciones y vista al
exterior, afectando la
apariencia de la vivienda,
por lo que la elección de su
estilo es importante
Toda ventana debe asegurar
estanqueidad mínima al aire e
impermeabilidad absoluta al agua.
Por seguridad deben ser sometidas
a los ensayos especificados en
normas (agua: NCh 888E Of 71 y
aire NCh: 446E Of 77).
Las ventanas deben ser
capaces de resistir cargas
producidas por el viento y
empuje debido a su uso y
eventuales choques de asedio
exterior. La normativa chilena
exige el cumplimiento de la NCh
889 E Of 71 (de resistencia
mecánica), NCh 891E Of 71 y
NCh 892E Of 71 (de
estanqueidad).
Idealmente, deberían contar con el
sello de calidad de una institución
de prestigio y reconocida
competencia.
Las ventanas también
proporcionan un medio de
ventilación natural, ya que permiten
que el aire exterior fluya hacia el
interior, logrando una circulación y
renovación del aire.
VENTILACION
Las ventanas también deben cumplir con
condiciones acústicas que permitan evitar
o disminuir el nivel sonoro del exterior
hacia el interior de las viviendas.
Acústicas
Para una mejor protección térmica se debe
tener presente las pérdidas de calor en invierno y
ganancias de calor en verano. Mediante el
correcto diseño de ventanas se pueden evitar
grandes fluctuaciones de temperatura que
elevan el gasto de energía en calefacción y
deterioran la habitabilidad de la vivienda.
Térmicas
Resistencia a cargas de viento
Precaución a la propagación de fuego
Medio de escape
ventana de celosía
Las ventanas deben situarse lo más cercano posible a las cerchas, siempre
que se pueda, ya que el aire caliente sube y puede salir por las mismas. En
los almacenes muy altos deben colocarse, además, ventanas más bajas en
las zonas de recepción y despacho. Las operaciones de abrir y cerrar las
ventanas deben realizarse sin dificultad desde abajo y de no ser así se
sustituirán por persianas con ventanillas fijas o paneles de mallas.
La ventilación natural es la más conveniente y económica, en la
medida que las edificaciones se nutran de ventanas altas, monitores y
puertas de mallas, permitirán la circulación del aire en las capas
inferiores.
Para garantizar un ambiente confortable en las naves cerradas se
debe efectuar una renovación del aire de 4 a 6 cambios por hora
del volumen del almacén.
Cuando la ventilación natural no garantice que en el almacén haya una temperatura uniforme y agradable, o
las características de los productos a almacenar lo requieran, la nave deberá dotarse de un sistema de
ventilación forzada (artificial), para el diseño de la misma se tendrá en cuenta la distribución en planta de las
zonas del almacén.