están la Iglesia y las instituciones eclesiásticas, como
monasterios, si bien algunas obras seculares también se
conservaron en esas instituciones. Estas tradiciones
manuscritas no reflejan mucho de la música popular de
aquella era.
S. XV-XVI
Renacimiento
su textura polifónica, que sigue las leyes del contrapunto, y está regida
por el sistema modal heredado del canto gregoriano. Entre sus formas
musicales más difundidas se encuentran la misa y el motete en el
género religioso, el madrigal, el villancico y la chanson en el género
profano, y las danzas, el ricercare y la canzona en la música
instrumental.
S. XVII-XVIII
Barroco
Caracterizada por la aparición de la tonalidad y el uso del bajo
continuo, la barroca fue la época en la que se crearon formas
musicales como la sonata, el concierto y la ópera.
S. XVIII
Clasicismo
Se caracteriza por la claridad de las texturas, la
simetría de las frases, la consolidación de la
tonalidad plena y el establecimiento de las formas
musicales clásicas (sinfonía, sonata, cuarteto...).
S. XIX
Romanticismo
en el mundo había realidades inevitables que sólo se
podía captar mediante la emoción, el sentimiento y la
intuición. La música del Romanticismo intentaba
expresar estas emociones.
S. XX
Modernismo
principio principal la ruptura con la tradición, y la permanente innovación. Debido a esto está
estrechamente ligada al vanguardismo. A diferencia de los períodos anteriores, prácticamente todos
los compositores de este período participaron en varios movimientos musicales diferentes, ya sea
simultáneamente o por etapas.