DE LA MANO INVISIBLE A LA ORGANIZACION RACIONAL DEL TRABAJO
Adam Smith, Charles Babbage y Frederick Taylor
tres de los grandes pilares, del conjunto del pensamiento administrativo predominante en el occidente
industrializado.
Principio de la división y la especialización del trabajo
principio que progresivamente ha llegado hasta la elaboración de las actuales concepciones que presiden la
dirección del trabajo y la repartición de roles dentro de la empresa.
Adam Smith (1723-1790): La mano invisible y las virtudes de la división del
trabajo
fue más un filósofo o "filósofo social" que un economista en el sentido pleno
del término.
inventó la ciencia económica aunque retome a
pensadores contemporáneos suyos,
la sociedad empezaba a parecer guiada, regulada y manejada en su orden por algo
distinto de la tradición o la autoridad central
imaginó la noción de mano invisible, metáfora que se aplica al
funcionamiento de una entidad considerada autónoma y
autodeterminada: el mercado.
regula de manera implacable e invisible, aunque parezca lógicamente muy
previsible, todo aquello que constituye la trama del funcionamiento y la evolución de
la sociedad, especialmente en materia económica.
tan pronto como un producto o un servicio es lucrativo, atrae nuevos productores
que automáticamente empujarán los precios a la baja, para atraer y mantener
nuevos clientes para sí.
debía existir esta coalición o monopolio, sólo podrían ser transitorios,
hasta que un nuevo operador, no miembro de la coalición, empezara a
producir la misma mercancía y a venderla a menor precio.
Virtudes
el incremento de habilidades
el mejoramiento de la
capacidad de innovar
la aceleración de la producción
y la ganancia de tiempo
Charles Babbage (1792-1871): El menor costo del trabajo subdividido
“El maestro de una manufactura, al dividir el trabajo
para que éste sea ejecutado en diferentes
operaciones que exigen diferentes grados de
concentración o de fuerza, puede comprar
exactamente la cantidad precisa de cada una de
estas cualidades que se necesite para cada
operación mientras que si todo el trabajo es
ejecutado por un solo obrero esta persona deberá
poseer tanta destreza para la operación mas difícil
como fuerza para las operaciones que conforman el
conjunto del trabajo así dividido”.
el precio de compra de varias de estas cualidades reunidas en un solo
hombre (que, como el artesano realiza un oficio completo) seria
demasiado caro en comparacion con la compra de una “cualidad” al
mismo tiempo limitada y cornún
Si bien el principio de la división del trabajo suele
tomarse espontáneamente como un factor de progreso
“natural”, deseable e indiscutible, en realidad es uno de
les nudos generativos del “malestar” en el trabajo -de lo
que se llama alienación-; y, sobre todo, del problema
tan actual de la falta de compromiso, de participación y
productividad de la mano de obra industrial,
particularmente bajo el régimen que hemos llamado
“administración tradicional
Frederick W. Taylor (1856-1915): la organización rentable18 del trabajo y del taller
Lo que sería una preocupación por la relación medios/resultados/calidad en la forma de realizar un trabajo
dado, y no una inquietud por la desvalorización monetaria de la "mercancía" trabajo
Empleo el término "rentable" para llamar la atención sobre la necesidad de
delimitar, respecto al uso habitual -en lo que atañe a Taylor-, el uso del
adjetivo "científico"; adjetivo que, como se verá, provoca cuestionamientos y
acarrea graves consecuencias para lo que constituye la administración
tradicional.
No deja de ser significativo recordar la pertenencia a esta secta protestante, cuyo
nombre significa "trémulo" y que, por extensión, designa a aquéllos que "tiemblan
ante la palabra de Dios"; la personalidad puntillosa, meticulosa y -como se verá-
ambigua y neurótica de Taylor, ciertamente le debe algo.
La leal jornada de trabajo puede ser científicamente definida y se convierte así
también en la jornada razonable que el patrón puede exigir