Es decir, apoyar a que hijos e hijas tengan gusto por
estudiar y aprender, que no desmayen en sus esfuerzos,
que superen los naturales obstáculos que no faltan
siempre.
En definitiva le encuentren sentido a ser aprendices, y que
ese sentido sea compartido por padres y madres, de
manera intencional.
FAVORECER QUE EN LA TRAYECTORIA DE ESCOLAR SE
FORJE UN HIJ@ CON AUTOESTIMA Y AUTONOMIA
Esto es, comprender que el papel de padres y madres, en los
hogares, es reconocer los desarrollos escolares de sus hijos; ser
los primeros en darse cuenta de los aprendizajes de sus hijos
pequeños o adolescentes, para acompañar su trayectoria como
estudiante.
Esta postura aleja a los padres de
caer en la sobreprotección.
APOYAR QUE LA MOTIVACION PARA EL
ESTUDIO SEA PERMANENTE
Los procesos escolares no están exentos de
dificultades.
El apoyo más importante no es favorecer la motivación para el éxito,
sino la motivación para no desmayar, para no entrar en el desdén,
para no dejarse ganar del aburrimiento o priorizar otras actividades
que dejen los estudios en segunda o tercera línea.
APOYAR QUE LOS APRENDIZAJES SE VINCULEN
CON LA COTIDIANIDAD Y LA VIDA PRACTICA
Se refiere a facilitar experiencias en los chicos y chicas en las
que vean y sientan que lo que aprenden es útil, tiene sentido
práctico, nos relaciona de mejor modo.
Nos ayuda a vivir mejor, que las habilidades
que se consiguen le beneficia al estudiante y a
toda la familia y, que finalmente, todo ello
contribuya a forjarse un proyecto de vida con
base a intereses propios.