El desarrollo el lenguaje se encuentra intrínsecamente ligado a la madurez cerebral del niño y al
contexto sociofamiliar en el que se esté desarrollando.
La teoría conductista del
aprendizaje representó el primer intento de
proporcionar una explicación al desarrollo del lenguaje
exponiendo los procesos de aprendizaje del lenguaje en
los niños, una teoría propuesta por Skinner (1957)
Teoría conductista
Teoría innatista de adquisición del lenguaje
propuesta por Chomsky. Según sus teorías existen reglas
universales que podrían diferenciar entre oraciones
gramaticales y no-gramaticales en cualquier idioma. Propuso
dos niveles de reglas: uno que contendría las de aplicabilidad
más general y, otro, que contendría manifestaciones específicas
de las reglas generales
Teoría innatista
No solamente abarca el desarrollo
del lenguaje sino también el de otros procesos
mentales superiores incluyendo todas las formas de
inteligencia y memoria. El desarrollo del niño en el
lenguaje hablado, escrito y de los sistemas numéricos
es equiparado a los cambios culturales en el uso y
dominio de esos sistemas de signos
Teoría de Vygotsky
Jerome Bruner desestimó tanto la imitación
como lo innato y centró sus estudios del origen del lenguaje en la
interacción social. Para ello introdujo el Licencia: CC0 concepto de
LASS (Language Acquisition Support System o sistema de apoyo
para la adquisición del lenguaje) y mantuvo que el niño aprendería
a hablar a través de la interacción con la madre. Propuso una
predisposición para que el LASS pudiera actuar (semejante al LAD
de Chomsky) que precisa un marco interactivo para funcionar.
Bruner, como Vygotsky, consideró que deben darse marcos de
interacción social adecuados para que tenga lugar el aprendizaje y
llamó a esto andamiaje
Teoría de Bruner
El modelo neuropsicológico aporta la relación que se produce entre la
adquisición del proceso y el desarrollo de las estructuras neurofisiológicas que dan soporte a la
aparición del lenguaje. De esta manera, en nuestros primeros años de vida se producirá una
especialización de los hemisferios cerebrales, de manera que el proceso del lenguaje será sustentado
principalmente por el hemisferio dominante
Polo receptivo o posterior (comprensión del habla y lectura)
Será el encargado de recibir información y entenderla, lo que implica la audición con la comprensión del
lenguaje hablado, y la visión con la comprensión del lenguaje escrito. Tradicionalmente se ha
considerado que esta parte del lenguaje se desarrollaba en el área de Wernicke - situada en el lóbulo
temporal izquierdo-, aunque actualmente se sabe que para una buena comprensión del lenguaje
hablado y escrito es necesario que se encuentren implicadas la corteza primaria auditiva, la corteza
primaria visual, el giro angular, así como estructuras subcorticales. Todas estas áreas en conjunto
permitirán la decodificación, comprensión del contenido y comprensión contextual o pragmática tanto
del lenguaje hablado como escrito
Polo expresivo o anterior (expresión del habla y escritura)
Será el encargado de expresar el lenguaje, ya sea a través de la fonación o articulación verbal o de la
escritura. Durante mucho tiempo, se consideró que el área implicada en la capacidad expresiva del
lenguaje era el área de Broca (tercera circunvolución del lóbulo frontal izquierdo-dominante), aunque
nuevamente las técnicas de neuroimagen han permitido discernir que la estructura en la que se
sustenta la producción de lenguaje es mucho más compleja. Para que se dé lugar una buena producción
hablada o escrita, es necesario contar con estructuras subcorticales, así como de áreas motoras y
prefrontales.