La Terapia Racional Emotiva
Conductual (TREC) de Albert Ellis
Albert Ellis fue un psicoterapeuta cognitivo estadounidense que a partir de 1955 desarrolló la
terapia racional emotiva conductua
¿en qué consiste la Terapia Racional Emotiva? Se sabe que Ellis recibió formación en el campo de las
letras. Entre sus estudios tuvo mucho que ver la filosofía, la cual serviría de base primordial para el
posterior desarrollo de su teoría. Ellis consideraba que su teoría se podía resumir en la frase del famoso
filósofo griego estoico Epíteto, el cual afirmaba que “Las personas no se alteran por los hechos, sino por
lo que piensan acerca de los hechos"
El vínculo entre el pensamiento y la emoción
Según Ellis, esto demuestra cómo se relacionan el pensamiento y
la emoción. Ellis afirmaba que lo que causa la alteración o
dificultad emocional no es lo que sucede en el punto A, sino que
las personas crean una estructura de creencias en el punto B y
refuerzan estas creencias en una forma negativa y muchas
veces perjudicial, lo cual se manifiesta en las reacciones
conductuales o emocionales: el punto C, según Ellis (1962).
La Terapia Racional Emotiva Conductual tiene un cometido claro, tal como como
afirma Saranson (2006) en su libro Psicopatología anormal, el problema de la
conducta inadaptada, donde hace referencia a Ellis y Dryden (1977): las personas
han de cuestionar sus creencias fundamentales (en la mayoría de casos,
irracionales), para después sustituirlas por otras más constructivas (racionales).
El Doctor Aaron Temkin Beck es presidente del Beck
Institute for Cognitive Therapy and Research y
profesor de Psiquiatría en la Universidad de
Pensilvania. Se graduó en la Universidad de Brown en
1942 y en la Escuela de Medicina de Yale en 1946.
La idea principal de la Terapia Cognitiva es que las personas sufren por la interpretación que realizan de los
sucesos y no por éstos en sí mismos. Por tanto, Aaron Beck, interesado por el tratamiento de la depresión,
desarrolló un modelo para el tratamiento de esta patología que posteriormente extendió a otros trastornos.
La organización cognitiva según el modelo de Beck El
modelo propuesto por Beck afirma que ante una situación,
los individuos no responden automáticamente, sino que
antes de emitir una respuesta emocional o conductual
perciben, clasifican, interpretan, evalúan y asignan
significado al estímulo en función de sus supuestos
previos o esquemas cognitivos (también llamados
creencias nucleares).
Distorsiones cognitivas Los esquemas negativos activados en los
individuos depresivos les llevan a cometer una serie de errores en
el procesamiento de la información que facilitan los sesgos y
permiten al depresivo mantener la validez de sus creencias. Beck
enumeró una serie de distorsiones cognitivas, son las siguientes:
Abstracción selectiva: se trata de prestar
atención a un solo aspecto o detalle de la
situación. Los aspectos positivos se suelen
ignorar, dando más importancia a los
aspectos negativos.
Pensamiento dicotómico: los acontecimientos se
valoran de forma extrema: bueno/malo, blanco/negro,
todo/nada, etc.
Inferencia arbitraria: consiste en sacar
conclusiones de una situación que no están
apoyadas por los hechos, incluso cuando la
evidencia es contraria a la conclusión.
Sobregeneralización: consiste en extraer sin
base suficiente una conclusión general de un
hecho particular.
Deberías: consiste en mantener reglas
rígidas y exigentes sobre cómo deben
suceder las cosas.
Etiquetas globales: consiste en poner etiquetas globales a
nosotros mismos o a los demás sin tener en cuenta otros
matices.
Culpabilidad: consiste en atribuirse a uno mismo o a
los demás toda responsabilidad de los
acontecimientos, ignorando otros factores que
contribuyen a los mismos.
Magnificación y Minimización: tendencia
exagerar lo negativos de una situación, un
suceso o un cualidad propia y a minimizar lo
positivo.
Personalización: hace referencia a la costumbre
de relacionar los hechos del entorno con uno
mismo, mostrándose susceptible.
Visión catastrófica: adelantar acontecimientos y, de entre las
distintas opciones, pensar que siempre va a ocurrir lo peor.