Definitivamente es una utopía. En las aulas los maestros de formación pensamos la evaluación de una manera distinta a los que se vive en la realidad, lastimosamente los maestros y los mismos estudiantes nos hemos acostumbrado a la evaluación que nos califica y nos encierra en un numero y en un rango. Pero esto no nos debe desmotivar, y creo que la reflexión es valida, ya que nos ayudara a que en el futuro como maestros pensemos la evaluación como una herramienta para que tanto los estudiantes como nosotros como maestros mejoremos.
La evaluación: ¿Ser o no ser?...
Considero que la evaluación en nuestro sistema educativo, como en cualquier otro, es un asunto muy relativo de debatir. Por un lado, adoptando la metáfora de Eduardo Galeano sobre la utopía, la evaluación es entonces un camino en apariencia de nunca acabar ya que esta se (debe) ajustar a los cambios que suscitan constantemente en el mundo social. No obstante, esa misma lógica, permite situar la evaluación en un espacio-tiempo social, político, económico y cultural determinado. En este sentido, la evaluación se sitúa parcialmente en un contexto para responder a unas demandas, a unos intereses empíricos que terminan dándole forma, sentido y fondo tanto a la evaluación cualquiera que sea su interpretación como a lo que ella misma por su naturaleza y condición busca en las sociedades, en los sujetos específicamente.
en nuestro sistema educativo la evaluación si es una utopía. Considero que evaluación es un concepto muy amplio pero en nuestro sistema a perdido su significado o lo hemos tergiversado, estamos midiendo, calificando, etiquetando y a estas acciones las llamamos evaluación, considero que se debe repensar su significado, pues debe ser utilizada para reconocer y mejorar la enseñanza y el aprendizaje, puesto que la evaluación mejora la calidad educativa, por medio de sus resultados se pueden elaborar procesos de mejoramiento. mas no debería ser utilizada simplemente para generar juicios de valor.
Pensar la evaluación en nuestro sistema educativo si es pensar en una utopía. En el decreto 1290 de 2009, nos plantean que para nuestro sistema educativo colombiano, la importancia de la evaluación radica en la formulación de criterios de evaluación en cada una de las áreas, estableciendo los desempeños que deben desarrollar los estudiantes durante el período o el año lectivo, las actividades de nivelación para los estudiantes cuando presentan dificultades en estos desempeños definidos y en su aprendizaje en general. Pero ha sido un gran desafío llevar a colación en el aula este proceso de formulación de criterios que abarquen de una manera íntegra todas las capacidades y debilidades de un estudiante. Nuestro sistema educativo no inserta de una manera coherente la evaluación, ya que estandariza los objetivos, de manera que desde su creación ya existan prejuicios sobre lo que es relevante o no. Convirtiéndose así, en un mecanismo que no ayuda a la mejora continua del estudiante, sino a etiquetarlos con números de acuerdo a su desempeño académico, los cuales suelen “medir” que tanto se ha logrado “aprender” en una determinada área de manera objetiva. De esta manera, se percibe nuestro sistema de evaluación reducido a la aplicación de técnicas y no como una fuente aprendizaje, que no conlleva a una motivación intrínseca, sino únicamente extrínseca, dejando a un lado la autoevaluación, como criterio importante en el proceso enseñanza-aprendizaje.
Para nuestro sistema educativo pensar en la evaluación si es una utopía, porque siempre se esta pensando en una cifra, en si es bueno o es malo, en alcanzar unos objetivos, pero no en que se fallo y que hay que hacer para mejorar, por lo general nunca te hacen esa sugerencia, en ciertas ocasiones hasta ni te das cuenta en que fallaste porque o eres un cero o eres un cinco. En Colombia se tiene un concepto errado de la evaluación, y creen que únicamente es ubicar a la persona en un rango y a partir de ello darle un rotulo malo, bueno regular. Quizás si la gran mayoría de las personas entendieran el concepto de evaluación dejaría de ser utopía.