Gestión Integral del Riesgo Empresario Public

Gestión Integral del Riesgo Empresario

Sebastian Segotta
Course by Sebastian Segotta, updated more than 1 year ago Contributors

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Este curso busca brindar a los graduados de las ciencias económicas los fundamentos y las aplicaciones prácticas de la Gestión Integral del Riesgo Empresario.

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Objetivos de la Empresa. Su Estructura Operativa y Patrimonial y la Exposición a Riesgos. Existen muchas definiciones de riesgo, una definición propia y sencilla sería: “La probabilidad de que, la ocurrencia de un suceso adverso afecte a la entidad e impacte en su habilidad para lograr sus objetivos estratégicos y por ende la capacidad de cumplir su misión y visión”. En la actualidad, la empresa se presenta como una cadena económica integrada por un conjunto de operaciones que abarcan el diseño del producto, la producción, la distribución y la venta, que están orientadas a la creación de valor. Esta perspectiva de la empresa nos permite definir su objetivo como la maximización de su valor, lo que a su vez nos permite incluir los siguientes factores: de un lado, se considera la renta residual (beneficio) que perciben los accionistas, además de considerar las posibles inversiones (crecimiento) que contribuyen a satisfacer la utilidad de los derechos, de otro, incorpora la proporción de riqueza que se dedica a satisfacer los objetivos del resto de los participantes en la empresa. Las empresas tratan de determinar qué riesgos deberían ser administrados a nivel corporativo y qué riesgos deberían también ser dejados a cargo de los niveles inferiores dentro de la estructura de la organización. Los enfoques organizacionales a la administración de riesgo pueden ser centralizados a nivel corporativo o descentralizado entre divisiones o procesos dependiendo de la naturaleza de los riesgos en cuestión y las preferencias de la administración. Aunque todavía no exista una forma correcta o incorrecta para organizarse, algunos principios organizacionales están emergiendo como sigue: La administración de riesgo centralizado tiende a enfocarse en los riesgos que afectan el logro de los objetivos y estrategias corporativos claves y afectan significativamente no sólo a la mayoría si no que a todas las funciones y procesos (por ejemplo, reputación). Estos riesgos pueden ser conocidos como riesgos que afectan a toda la organización. La administración de riesgo descentralizado empuja la responsabilidad de la administración de riesgo a aquellos que viven con él día a día. Los riesgos que pueden ser mejor administrados en esta forma son los riesgos a nivel de división y proceso, que son aquellos que están presentes significativamente sólo en un proceso en particular pero que, sin embargo, afecta la habilidad de la organización de implementar exitosamente el total de sus estrategias. La gestión de riesgo empresarial se está desarrollando en este contexto. Es una forma significativa de identificar los riesgos críticos que la organización enfrenta – incluyendo, por ejemplo, reputación, ética, e-business, o riesgos de salud, seguridad, y medio ambiente (no solamente riesgos financieros o asegurables) – y luego administrar y optimizar esa cartera de riesgos de modo tal de obtener los retornos financieros necesarios.   Clasificación de los Riesgos. Riesgo de crédito: Posibilidad de que la contraparte incumpla sus obligaciones contractuales. Riesgo de liquidez: Imposibilidad de poder deshacer una posición con la suficiente rapidez y a un precio de mercado competitivo. O bien, imposibilidad de asumir un pago por falta de liquidez. Es un riesgo difícilmente cuantificable desde fuera de la propia empresa. Riesgo operacional: Riesgo asociado a la realización de las transacciones (calidad de los sistemas informáticos de gestión y control, nivel de formación, complejidad de los productos…). Es decir, posibilidad de que ocurra una contingencia en la empresa. Riesgo legal: Proviene fundamentalmente de las carencias legislativas en relación a la continua innovación financiera, pero también de la falta de rigor al analizar las posibles limitaciones legales de actuación de las distintas contrapartidas. Riesgo estratégico: Riesgo asociado a la elección de una estrategia inadecuada para permanecer y competir en el negocio. Riesgo reputacional: Consecuencia de un hecho adverso para la entidad. Proviene fundamentalmente de la pérdida de confianza de los clientes. Lo que puede sacar a una empresa del negocio. Riesgo de mercado: Posibilidad para una posición o cartera de incurrir en pérdidas ante movimientos desfavorables de los precios en el mercado. Este riesgo tiene, a su vez, otros muchos tipos de sub-riesgo: Riesgo de tipos de cambio. Riesgo de tipos de interés. Riesgo de acciones. Riesgo de volatilidad.   Los Procesos de Identificación, Caracterización, Valuación, Tratamiento, Control y Retroalimentación. El proceso de administración de riesgos implica varias etapas: Identificación, etapa previa que conduce al Análisis de los riesgos (estos se califican según la probabilidad de ocurrencia y el impacto que pueden producir en caso de materializarse). Para Calificar los riesgos se usan escalas de valoración, dependiendo de las necesidades de cada empresa. En la evaluación de riesgos se determina qué tan graves son los riesgos identificados según los criterios de aceptabilidad, definidos por el nivel directivo. Una vez evaluados los riesgos se definen las medidas para tratarlos: control o financiamiento de las pérdidas. Luego se implementan las medidas de tratamiento de los riesgos y se monitorea su eficacia. El proceso de monitoreo, al igual que la comunicación de la información referente a las etapas de la administración de riesgos, es de acción permanente; ambos permiten el mejoramiento continuo del manejo de los riesgos. La identificación de riesgos, así como las demás acciones, no puede ser puntual ni obedecer a una moda administrativa o a un impulso originado por la materialización de un riesgo catastrófico; se trata de un proceso consciente de análisis permanente y participativo, en el cual se busca responder como empresa a los riesgos que pueden afectarla. Identificar un riesgo empresarial es determinar los posibles eventos que con su materialización puedan impactar objetivos, estrategias, planes, proyectos, servicios, productos u operaciones de la empresa. La identificación de riesgos incluye además la caracterización de esos eventos, es decir, el análisis de cómo ocurrirían, por qué se presentarían, dónde y cuándo sucederían, quién o qué factores incidirían en su ocurrencia, qué o quién podría verse afectado por ella, cuál sería la afectación (a la imagen, al personal, a recursos materiales o inmateriales, a terceros, etc.) y quién sería el responsable de manejar el riesgo. El proceso de tratamiento de riesgos consiste en seleccionar y aplicar las medidas más adecuadas, con el fin de poder modificar el riesgo, para evitar de este modo los daños intrínsecos al factor de riesgo, o bien aprovechar las ventajas que pueda reportarnos. Cualquier sistema de tratamiento de riesgos debe garantizar como mínimo: • Un funcionamiento efectivo y eficiente de la organización. • Controles internos efectivos. • Conformidad con las leyes y reglamentos vigentes. Las actividades de control son aquellas políticas y procedimientos que ayudan a asegurar que las respuestas establecidas por la dirección frente a los riesgos se lleven a cabo de manera adecuada y oportuna. Los procedimientos son las acciones de las personas para implantar políticas ya sea directamente o a través de tecnología, es decir, una política establece la forma como se debe realizar y un procedimiento establece la manera de llevarse a cabo. La gestión de riesgos corporativos de una entidad cambia con el tiempo, por lo tanto, las respuestas a los riesgos, las actividades de control pueden resultar menos eficaces, además los objetivos de la entidad también pueden cambiar. Todos estos cambios pueden ser motivados por hechos tales como el ingreso de nuevo personal, de nuevos productos, cambios en la estructura de la entidad. La supervisión permanente está integrada en las actividades operativas normales y recurrentes de la entidad, esta integración hace que sea más eficaz que las evaluaciones independientes; se lleva a cabo en tiempo real, reacciona de manera dinámica a las condiciones cambiantes. La frecuencia de estas evaluaciones independientes es a mero criterio de la dirección, basada en factores como la naturaleza y alcance de los cambios producidos y sus riesgos correspondientes, la competencia y experiencia del personal que está a cargo de implantar la repuesta al riesgo y los resultados de la supervisión permanente, este último factor debido a que los mecanismos para gestionar el riesgo generalmente están hechos para que puedan auto controlarse hasta cierto punto, por esto, cuanto mayor alcance y eficacia tienen estas actividades , menor es la necesidad de elaborar evaluaciones independientes.
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Objetivo y Estructura General de las Normas. La Organización Internacional para la Estandarización, ISO por sus siglas en inglés (International Organization for Standardization), es una federación mundial que agrupa a representantes de cada uno de los organismos nacionales de estandarización (como lo es el IRAM en la Argentina), y que tiene como objeto desarrollar estándares internacionales que faciliten el comercio internacional. Cuando las organizaciones tienen una forma objetiva de evaluar la calidad de los procesos de un proveedor, el riesgo de hacer negocios con dicho proveedor se reduce en gran medida, y si los estándares de calidad son los mismos para todo el mundo, el comercio entre empresas de diferentes países puede potenciarse en forma significativa – y de hecho, así ha ocurrido –. Las series de normas ISO relacionadas con la calidad constituyen lo que se denomina familia de normas, las que abarcan distintos aspectos relacionados con la calidad: ISO 90001: Sistemas de Gestión de Calidad Fundamentos, vocabulario, requisitos, elementos del sistema de calidad, calidad en diseño, fabricación, inspección, instalación, venta, servicio post venta, directrices para la mejora del desempeño. ISO 10000: Guías para implementar Sistemas de Gestión de Calidad/ Reportes Técnicos Guía para planes de calidad, para la gestión de proyectos, para la documentación de los SGC, para la gestión de efectos económicos de la calidad, para aplicación de técnicas estadísticas en las Normas ISO 9000. Requisitos de aseguramiento de la calidad para equipamiento de medición, aseguramiento de la medición. ISO 14000: Sistemas de Gestión Ambiental de las Organizaciones. Principios ambientales, etiquetado ambiental, ciclo de vida del producto, programas de revisión ambiental, auditorías. ISO 19011: Directrices para la Auditoría de los SGC y/o Ambiental   Análisis de las Normas IRAM 17.550 y 17.551 (borrador) e ISO 31.000 y 31.010 (en proceso) y el Estándar Australiano sobre Gestión de Riesgos AS/NZS 4360. A nivel internacional, numerosos organismos tienen en estudio o han emitido estándares relacionados con la gestión de riesgos, tanto generales como específicos de determinado sector o industria.  Entre ellos podemos considerar: Basilea II (entidades financieras), Solvencia II (compañías de seguros, en estudio), COSO ERM (Enterprise Risk Management – Integrated Framework), AS/NZS 4360 (estándar australiano de gestión de riesgos, general), cuya primera edición es del año 1995, ISO 31000 y Guía 73 (Vocabulario) (proyecto de estándar internacional, y guía sobre vocabulario de gestión de riesgos). ISO 31000. Sistemas de Gestión de Riesgos. La ISO 31000 es una norma internacional que ofrece las directrices y principios para gestionar el riesgo de las organizaciones. Esta norma fue publicada en noviembre del 2009 por la Organización Internacional de Normalización (ISO) en colaboración con IEC, y tiene por objetivo que organizaciones de todos los tipos y tamaños puedan gestionar los riesgos en la empresa de forma efectiva, por lo que recomienda que las organizaciones desarrollen, implanten y mejoren continuamente un marco de trabajo cuyo objetivo es integrar el proceso de gestión de riesgos en cada una de sus actividades. Como complemento a esta norma se ha desarrollado otro estándar: la ISO 31010 “Gestión del riesgo. Técnicas de evaluación de riesgos”. Esta norma provee de una serie de técnicas para la identificación y evaluación de riesgos, tanto positivos como negativos. Estructura de la norma ISO 31000 La variedad y complejidad de los riesgos es muy diversa por lo que éste estándar internacional desarrollado por la ISO (nternational Organization for Standardization) no está pensado para un sistema particular de gestión, más bien es una guía de buenas prácticas para las actividades relacionadas con la gestión de riesgos. El diseño y la implantación de la gestión de riesgos dependerán de las diversas necesidades de cada organización, de sus objetivos concretos, contexto, estructura, operaciones, procesos actividades, servicios, etc. El estándar ISO 31000:2009 está estructurado en tres elementos claves para una efectiva gestión de riesgos: los principios para la gestión de riesgos: para una mayor eficacia, la gestión del riesgo en una organización la estructura de soporte o marco de Trabajo. El objetivo de este elemento es integrar el proceso de gestión de riesgos con la dirección, para que esta adquiera un fuerte compromiso con la implantación de la Gestión del Riesgo. En este caso la norma establece una serie de órdenes que debe cumplir la gerencia para asegurar la efectividad de la gestión de riesgos el proceso de gestión de riesgos: este proceso consta de tres etapas: establecimiento del contexto, valoración de riesgos y tratamiento de los mismos. Según la norma ISO31000, los principios para la gestión de riesgos son los siguientes: Crear y proteger el valor. Contribuye a la consecución de objetivos así como la mejora de ciertos aspectos tales como la seguridad y salud laboral, cumplimiento de los requisitos legales, protección ambiental, etc. Estar integrada en los procesos de una organización. No debe ser entendida como una actividad aislada sino como parte de las actividades y procesos principales de una organización. Formar parte de la toma de decisiones. La gestión del riesgo ayuda a la toma de decisiones evaluando la información sobre las distintas alternativas. Tratar explícitamente la incertidumbre. La gestión del riesgo trata aquellos aspectos de la toma de decisiones que son inciertos, la naturaleza de esa incertidumbre y como puede tratarse. Ser sistemática, estructurada y adecuada. Contribuye a la eficiencia y, consecuentemente, a la obtención de resultados fiables. Basarse en la mejor información disponible. Los inputs del proceso de gestión del riesgo están basados en fuentes de información como la propia experiencia, la observación y la opinión de expertos. Estar hecha a medida. La gestión del riesgo está alineada con el contexto externo e interno de la organización y con su perfil de riesgo. Tener en cuenta factores humanos y culturales. Reconoce la capacidad y percepción de los empleados y personas interesadas, esto puede facilitar o dificultar la consecución de los objetivos de la organización. Ser transparente e inclusiva. La apropiada y oportuna participación de los grupos de interés (stakeholders) y, en particular, de los responsables a todos los niveles, asegura que la gestión del riesgo permanece relevante y actualizada. Ser dinámica, iterativa y sensible al cambio. La organización debe velar para que la gestión del riesgo detecte y responda a los cambios de la empresa y de su entorno. Facilitar la mejora continua de la organización. Las organizaciones deberían desarrollar e implementar estrategias para mejorar continuamente, tanto en la gestión del riesgo como en cualquier otro aspecto de la organización.   AS/NZS  4360:1995. Se  menciona  por  primera  vez  el  ciclo  de  gestión  de  riesgos, del  cual  se  observa  que  el  proceso  de  administración  de riesgos  planteado tiene cinco  etapas: Establecer  del  contexto, Identificación  de  riesgo, Análisis de riesgo, Evaluación de riesgo y Tratamiento de riesgo. 1.Establecer del contexto: El marco define con gran detalle tres tipos de contextos que deben   tomarse   en   cuenta   para   la   administración   de riesgos   (organizacional, estratégico  y  para  la  administración  de  riesgo).  En  esta  etapa  se  identifican  3 aspectos: a. El contexto estratégico:  definiendo la  relación  entre  la  organización  y  el ambiente, ya sea interno o externo. El estándar además agrega en el Anexo C un  listado  con  una guía de cuáles pueden ser los potenciales interesados que influyen  en el contexto estratégico. b. El  contexto  organizacional:  entendiendo  a  la  empresa  y  sus capacidades, así como sus metas y objetivos y estrategias para alcanzarlos. c. El  contexto  para  la  administración  de  riesgos:  estableciendo  el  alcance  y  las fronteras  para  la  aplicación  del  proceso  de  administración  de  riesgos.  Por ejemplo:  definiendo  el  proyecto  o  la  actividad,  incluyendo  la  extensión  de tiempo y espacio, estableciendo las metas y objetivos. 2.Identificación  de  riesgo: La  segunda  etapa  significa  identificar  los riesgos para ser administrados.  Esto  incluye  un  proceso  sistemático  bien  estructurado  que  debe contener:  qué  puede  ocurrir,  cómo  puede  ocurrir,  herramientas y  técnicas  para  la identificación. 3.Análisis  de  riesgo: El  objetivo  es  diferenciar los riesgos y proveer datos para asistir en la evolución y tratamiento de los riesgos.Los pasos en el análisis de riesgo son: Determinar controles existentes. Determinar consecuencias y probabilidad de ocurrencia. 4.Evaluación de riesgo: En esta etapa se establece el nivel de riesgo. El producto de la evaluación de riesgo es tener la priorización de los riesgos identificados. Si los riesgos caen  en  categorías  de  “bajo  riesgo”  o de “riesgo aceptable”, pueden ser aceptados con  el  mínimo  de  tratamiento  y  ser  monitoreados  regularmente para asegurarse que se mantienen en este nivel. 5.Tratamiento de riesgo: Esta última etapa del proceso se deben identificar acciones para   reducir   el nivel   de   exposición   a   riesgos,  evaluarlas,  preparar  el  plan  de tratamiento de los riesgos e implementarlo. Identificar  las opciones de tratamiento de riesgos. Pueden ser: Evitar el riesgo al no proceder con la actividad Reducir la probabilidad de ocurrencia Reducir las consecuencias Transferir el riesgo Retener el riesgo   IRAM 17550. En la Argentina, el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM) es el representante de Argentina en varios organismos de normalización, entre ellos ISO, la Comisión Panamericana de Normas Técnicas (COPANT) y la Asociación MERCOSUR de Normalización (AMN). Rige el sistema de gestión de riesgos de acuerdo a la IRAM 17550 y el proyecto de IRAM 17551. El objetivo de la norma es ayudar a la implementación eficaz y posterior supervivencia de un sistema de este tipo, considerando que, como toda implantación de un sistema de gestión, implica: un cambio cultural dentro de la organización, que la Dirección debe apoyar el proceso, y participar en el diseño del sistema y de las políticas, el desarrollo de una política de gestión de riesgos, alineada a las políticas de negocios y   estratégicas de la organización, la comunicación de las políticas y los objetivos a toda la organización, para incorporarlas en la cultura general, identificación de los recursos a ser utilizados. El enfoque con el que se ha diseñado el sistema es un enfoque orientado a procesos, para que la gestión de riesgos sea llevada a cabo a nivel de áreas, proyectos y equipos.  En la política de gestión de riesgos se deberían establecer responsables de los procesos, y la forma de medición de los resultados.   Análisis de las Recomendaciones COSO. El “Committee of Sponsoring Organizations” (COSO) es una organización voluntaria del sector privado cuya misión es mejorar la calidad de la información financiera mediante la ética en los negocios, los controles internos efectivos y el gobierno corporativo. Fue fundado en 1985 para patrocinar a la “National Commission on Fraudulent Financial Reporting” (conocida como la “Treadway Commission") y se encuentra conformado por las cinco mayores asociaciones profesionales de los Estados Unidos: la “American Accounting Association” (AAA), el “American Institute of Certified Public Accountants” (AICPA), el “Financial Executives Internacional” (FEI), el “Institute of Internal Auditors” (IIA), y la “National Association of Accountants”, hoy convertida en el “Institute of Management Accountants” (IMA). El Comité es totalmente independiente de las cinco organizaciones que lo patrocinan e incluye representantes de la industria, contadores públicos, firmas de inversión y la Bolsa de Nueva York (NYSE). En 1992, el Comité emitió el framework sobre control interno, que se convirtió en un estándar ineludible a la hora de hablar sobre la forma de encarar el control interno en cualquier organización. Tiempo después, el Comité emitió otro documento, denominado “Enterprise Risk Management (ERM) - Integrated Framework”, y que en la actualidad se conoce como COSO II o COSO ERM. Si bien hasta ese momento muchas organizaciones y entidades habían desarrollado enfoques para encarar la gestión de riesgos, y existía una gran cantidad de literatura al respecto, no había una terminología común para el tema ni se habían elaborado principios ampliamente aceptados que pudieran ser utilizados por las empresas como una guía en el desarrollo de una estrategia efectiva para la administración de riesgos.  En mayo de 2013 el Comité COSO publicó la actualización del Marco Integrado de Control Interno (COSO III), cuyos objetivos son: aclarar los requerimientos del control interno; actualizar el contexto de la aplicación del control interno a muchos cambios en las empresas y ambientes operativos; y ampliar su aplicación al expandir los objetivos operativos y de emisión de informes. Este nuevo Marco Integrado permite una mayor cobertura de los riesgos a los que se enfrentan actualmente las organizaciones.
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Estructura Patrimonial de la Empresa y Caracterización del Riesgo de Mercado. El riesgo de mercado es la posibilidad de que una entidad incurra en pérdidas y vea disminuido el valor de su patrimonio como consecuencia de cambios en el precio de los instrumentos financieros, en los que la entidad mantiene posiciones dentro y fuera del balance. Estos cambios pueden presentarse como resultado de variaciones en las tasas de interés, tipos de cambio y otros índices. El SARM es el sistema de administración de riesgo que deben implementar las entidades vigiladas, con el propósito de identificar, medir, controlar y monitorear el riesgo de mercado al que están expuestas en desarrollo de sus operaciones autorizadas, incluidas las de tesorería, atendiendo su estructura y tamaño. La principal herramienta de medición del riesgo de mercado es el VeR. El VeR (Valor en Riesgo) es una medida estadística que representa la máxima pérdida esperada dentro de un horizonte de tiempo y con un intervalo de confianza. Es una herramienta necesaria, pero no suficiente para el control del riesgo. Se debe acompañar de controles de límites, así como de una independencia de las áreas de administración de riesgos.   Medidas del Riesgo (Volatilidad, Correlación, Valor a Riesgo). Value at Risk (VaR), o valoración del riesgo, proviene de la necesidad de cuantificar con determinado nivel de significancia o incertidumbre el monto o porcentaje de pérdida que un portafolio enfrentará en un período predefinido de tiempo. Su medición tiene fundamentos estadísticos y el estándar de la industria es calcular el VaR con un nivel de significancia del 5%. Esto significa que solamente el 5% de las veces, o 1 de 20 veces (es decir, una vez al mes con datos diarios, o una vez cada cinco meses con datos semanales) el retorno del portafolio caerá más de lo que señala el VaR, en relación con el retorno esperado. Modelos de Volatilidad: Para el caso de un activo, el riesgo de mercado se calcula considerando la fluctuación de precios que puede sufrir el activo durante el período de evaluación (un día, una semana, un mes, un trimestre, etc.). Estas fluctuaciones se pueden proyectar a través de análisis econométricos de la volatilidad histórica que ayudan a predecir la volatilidad esperada para los períodos siguientes. Correlación: Si tenemos una cartera con 36 empresas, y estas empresas tienen una volatilidad media del 24%, entonces la volatilidad de la cartera seria del 4%.  Como se ve, la diversificación reduce sustancialmente la volatilidad, pero esto es solamente en la teoría, en la práctica desgraciadamente las cosas no son así.  Esta fórmula supone que las empresas son aleatoriamente independientes, es decir, que cada una "va a su aire" y no se ve en absoluto influenciada por las demás, ni por la situación del mercado, ni por nada. Evidentemente en la práctica sucede todo lo contrario, todas las empresas se ven influenciadas por los precios de las demás, por el valor de todo tipo de índices, y nivel de todo tipo de mercados, están por decirlo de alguna manera interrelacionadas, influenciadas por una misma sensación de optimismo o pesimismo y en consecuencia actúan al unísono. Este fenómeno es lo que matemáticamente se conoce con el nombre de  CORRELACION, que desgraciadamente cada vez está más presente en los mercados  actuales, debido fundamentalmente a la gran rapidez y eficacia en los sistemas de contratación electrónica y a la Globalización de la Economía.   Instrumentos Financieros Primarios y Derivados y sus Aplicaciones. Un instrumento financiero es un contrato que da lugar, simultáneamente, a un activo financiero para una empresa y a un pasivo financiero o instrumento de capital en otra empresa. Esta definición pone de relieve la relación bilateral que supone todo instrumento financiero, al implicar a dos partes de forma simultánea, y también pone de manifiesto la necesidad de conjugar la contabilización que tenga lugar en las dos partes implicadas en el mismo, para asegurar la máxima coherencia.  Ejemplos de instrumentos financieros son las acciones, ordinarias o preferentes, que constituyen el capital de una empresa; las obligaciones, ya sean simples o convertibles; los bonos o pagarés emitidos por el Estado y adquiridos por las empresas; los préstamos que una empresa concede a las empresas de su grupo o a sus trabajadores; las cuentas a cobrar de los clientes e incluso el efectivo mantenido en caja o en cuentas corrientes bancarias. La literatura contable ha elaborado una definición estándar de instrumento derivado, que se ha plasmado entre las definiciones que contiene la NIC 39.9, y sirve para sentar las bases del tratamiento contable consiguiente. Así, un derivado es un instrumento financiero: a) cuyo valor cambia en respuesta a los cambios en otro indicador económico o financiero denominado subyacente; b) que requiere una inversión neta muy pequeña o nula si se compara con otro tipo de contratos que incorporan una respuesta similar a los cambios en los indicadores, y c) que se liquidará en una fecha futura. Contratos adelantados (forwards) y futuros. Se trata de contratos en los cuales los participantes contraen al momento de suscribirlo, el compromiso de intercambiar a un plazo futuro dado un activo a un precio estipulado de antemano. Existe un enorme mercado de estos contratos sobre una gran variedad de activos, desde activos reales (commodities) como trigo, azúcar, café, petróleo hasta activos financieros como bonos, divisas o acciones. Los mercados de futuros más importante son el Chicago Mercantile Exchange (CME) y el Chicago Board of Trade (CBOT), el primero mencionado fue de hecho el primero en funcionar como tal desde el siglo pasado, al negociar futuros sobre granos. Canjes (swaps). Un canje es un contrato suscrito en forma privada por dos participantes, en el cual las partes acuerdan intercambiar flujos de pagos durante un período predeterminado. De hecho, un canje puede ser interpretado como una cartera de contratos adelantados. El ejemplo típico es el de canjes de tasa de interés, el cual se da por ejemplo cuando hay una empresa AB cuya ventaja comparativa se da en términos de tasas fijas, y otra empresa XY que la tiene en términos de tasas flotantes, sin embargo, se dan condiciones de mercado donde AB tiene acceso a un préstamo con tasa flotante, y XY por el contrario, lo tiene a un préstamo con tasa fija por el mismo monto y período. En este caso ambas empresas, usualmente mediante la intermediación de una institución financiera, intercambian los flujos de pagos de intereses. Otro tipo de canje se da en términos de divisas (currency swaps), en el cual se intercambian no sólo los flujos de pagos de intereses en base de tasa fija, sino también los pagos de capital sobre préstamos en monedas distintas en este caso. Opciones. Las Opciones como instrumento financiero han tenido un gran auge en su utilización y desarrollo, se conocen innumerables variantes y todos los días surgen nuevas. Si bien fueron diseñadas con el fin de proveer nuevos tipos de cobertura de riesgo, en la actualidad también son utilizadas con fines de inversión y especulación. En contraposición a los Futuros, las Opciones son contratos donde el tenedor tiene el derecho, pero no la obligación de comprar o vender el activo. En el caso de que se efectúe la transacción, ésta se llevará a cabo en base a un precio de ejercicio E asignado al activo, quedado dicho precio determinado en el contrato. Por otra parte, dichos compromisos tienen una determinada duración, o sea, se mantendrán válidos hasta una fecha predeterminada T, también fijada en el contrato.   Bases Técnicas de los Instrumentos Financieros Derivados. Los instrumentos financieros que se miden luego del reconocimiento inicial al valor razonable, agrupados en Niveles que abarcan del 1 al 3 con base en el grado al cual se observa el valor razonable son: - Nivel 1 son aquellas derivadas de los precios cotizados (no ajustados) en los mercados activos para pasivos o activos idénticos que la Entidad puede obtener a la fecha de valuación; - Nivel 2 son aquellas derivadas de indicadores distintos a los precios cotizados incluidos dentro del Nivel 1, pero que incluyen indicadores que son observables para un activo o pasivo, ya sea directamente a precios cotizados o indirectamente es decir derivados de estos precios; y - Nivel 3 son aquellas derivadas de las técnicas de valuación que incluyen los indicadores para los activos o pasivos, que no se basan en información observable del mercado (indicadores no observables). En la planeación del enfoque de la auditoría y en el diseño de los principales procedimientos, el auditor deberá considerar los siguientes aspectos: Evaluar el riesgo inherente de las operaciones con instrumentos financieros derivados en cuanto a su complejidad de operación y aspectos externos que pudieran afectar sus resultados (administración de riesgos), así como su contabilización. Efectuar el estudio y evaluación del control interno implementado por las entidades en sus procesos operativos y contables, para el reconocimiento mediante ejecución de recorridos y pruebas de control. Diseñar y aplicar procedimientos de revisión analítica y sustantivos sobre las aseveraciones de los estados financieros y saldos de los rubros relativos a las operaciones con instrumentos financieros derivados, determinando en forma adecuada su naturaleza, oportunidad y alcance.
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Categorización del riesgo operacional. Se entiende por riesgo operativo a la posibilidad de ocurrencia de pérdidas financieras por deficiencias o fallas en los procesos internos, en la tecnología de información, en las personas o por ocurrencia de eventos externos adversos. Esta definición incluye el riesgo legal, pero excluye el riesgo estratégico y el de reputación. El Sistema de Administración del Riesgo Operativo, puede definirse como el conjunto de elementos tales como políticas, procedimientos, documentación, estructura organizacional, registro de eventos de riesgo operativo, órganos de control, plan de continuidad, plataforma tecnológica, divulgación de información y capacitación, mediante los cuales las compañías identifican, miden, controlan y monitorean el riesgo operativo. Las empresas deben gestionar apropiadamente los riesgos asociados a los procesos internos implementados para la realización de sus operaciones y servicios, relacionados al diseño inapropiado de los procesos o a políticas y procedimientos inadecuados o inexistentes que puedan tener como consecuencia el desarrollo deficiente de las operaciones y servicios o la suspensión de los mismos Las empresas deberán gestionar los riesgos asociados a eventos externos ajenos al control de la empresa, relacionados por ejemplo a fallas en los servicios públicos, la ocurrencia de desastres naturales, atentados y actos delictivos, entre otros factores.   Requisitos para armar una base histórica de eventos, costos y decisiones consecuentes.   El proceso de identificación de eventos de riesgo operativo genera información útil para lograr establecer cómo estos eventos afectan a cada proceso, lo que a su vez permite una adecuada identificación de las causas que ocasionaron el evento en cuestión, esta identificación se torna especialmente ventajosa cuando se requiere implementar acciones correctivas para evitar que se produzca el evento en un futuro. La matriz de riesgo operativo clasificara cuantitativamente los eventos de acuerdo a su nivel de riesgo y exposición asociada, en donde el riesgo se encuentra en función de dos variables fundamentales la probabilidad de ocurrencia y el impacto o severidad. La probabilidad alude a la posibilidad matemática de que el evento ocurra, mientras que el impacto se presenta como el resultado potencial del acontecimiento, en otras palabras que sucedería o cómo afectaría a la entidad en términos monetarios si el evento se produjese. Para determinar el nivel de probabilidad de un evento será necesario analizar el grado de repetición que dicho evento tiene, es decir cuántas veces ocurre el evento específico en un intervalo de tiempo determinado. Para aquello es vital recurrir al análisis de la base de datos anteriormente diseñada o a las fuentes de información consideradas validas presentadas en esta investigación. Por otro la cuantificación del impacto se reflejará por medio del nivel de pérdida económica que trae como consecuencia que el evento se materialice.   Planes de contingencia.   El Plan Continuidad de Negocio (BCP)  es la capacidad estratégica y táctica de la organización para planificar y responder ante los incidentes e interrupciones del negocio con el fin de permitir la continuidad de las actividades comerciales en un nivel aceptable previamente definido (BSI GROUP, 2007). Una definición más completa de BCP es la realizada por ITEAM (2013), una empresa consultora especializada en Planes de Continuidad de Negocio, Plan de Manejo de Crisis y Riesgo Empresarial. Esta señala que el BCP es una metodología interdisciplinaria, que se basa en procedimientos y medidas de seguridad, utilizadas para crear y validar planes logísticos, para que en la práctica la empresa pueda recuperar sus funciones críticas parcial o totalmente, después de una interrupción o desastre. Además consiste en los pasos que el personal de la empresa debe realizar, según los manuales y procedimientos del BCP, para hacer frente a situaciones y ambientes inesperadas, que pueden afectar la continuidad y el normal funcionamiento del negocio. El BCP busca asegurar que los productos o servicios continúen siendo entregados, a los diferentes canales de distribución durante una interrupción no planeada. Un plan de Continuidad de Negocio tiene como objetivo el sostenimiento de los servicios de la empresa y de los procesos críticos, así como la disminución de impactos ante eventos inesperados o desastres. El BCP está orientado a la obtención de un plan metodológico, que garantice la cobertura técnica y organizativa de las áreas críticas del negocio.   Mitigación y Control.     La mitigación del riesgo operativo, se puede definir: “Una vez conocida la importancia de cada factor de riesgo operacional, debemos proceder a la mitigación de aquéllos que pueden ser relevantes. Mitigar significa reducir o eliminar el riesgo. Para ello, es necesario crear un comité de Riesgo Operacional cuya misión consistirá en analizar las diferentes opciones posibles, en términos de costo/beneficio. No tendría ningún sentido mitigar riesgos cuyos efectos costarán menos dinero que la mitigación en sí”. Para realizar el proceso de mitigación de Riesgos quien debe decidir sobre las diferentes opciones de control a aplicar, es el comité de riesgos de cada empresa, esto hace parte de sus funciones principales. Las estrategias más utilizadas para realizar una eficaz mitigación del riesgo son: Evitar que el riesgo, se siga materializando o se materialice: Por medio de generar controles eficaces, que eliminen la causa raíz del riesgo, lo cual representa ahorros para la empresa, porque por cada riesgo que se materialice se pierde dinero, así no sea evidente contablemente. Reducir la frecuencia del riesgo: Al aplicar los controles sobre las causas del riesgo, se reduce la frecuencia del mismo o su materialización futura. La eficacia de esta estrategia, se puede medir por medio de los indicadores establecidos en los planes de control. Efectividad al Compartir o Transferir el Riesgo: Un riesgo se comparte cuando otra entidad asume parte del mismo, usualmente por medio de un contrato (subcontratación, seguros, entre otros). Sin embargo el Riesgo no se transfiere por completo al subcontratista o aseguradora, la empresa sigue asumiendo parte del riesgo y además se expone a otros riesgos relacionados con la subcontratación o aseguramiento. En esta estrategia de mitigación, la entidad contratante debe tener mecanismos de control y monitoreo, que le permitan conocer las medidas de gestión de riesgo que aplica el contratista. Aceptar el Riesgo: Utilizada cuando se considera que mitigar el riesgo es más costoso que el impacto que este pueda producir en la empresa. Para llegar a la conclusión que soportar un riesgo es menos costoso que mitigarlo, se ha tenido que realizar un análisis bastante exhaustivo, donde se hayan generado alternativas de mitigación que ataquen al riesgo desde su causa raíz e implementado alertas tempranas para evitar que el riesgo se salga de los limites aceptados.   Transferencia de Riesgos mediante Seguros y otros Instrumentos Alternativos.   La gestión de riesgos de las empresas está basado en el análisis sobre la exposición al riesgo, el nivel general de control sobre los mismos y la transferencia mediante seguros con los siguientes objetivos: • Detección de posibles riesgos que afecten a las empresas. • Análisis de la exposición de la empresa a los diferentes riesgos. • Análisis de las medidas de control interno y la adecuación de los sistemas de transferencia de riesgos, mediante el análisis de las diferentes pólizas de seguros. • Elaboración de los planes de gestión de los riesgos, mediante programas de transferencia y planes de reducción y control. • Análisis sobre el nivel de cobertura existente mediante pólizas de seguros.
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Caracterización. El riesgo de crédito es la probabilidad de que, a su vencimiento, una entidad no haga frente, en parte o en su totalidad, a su obligación de devolver una deuda o rendimiento, acordado sobre un instrumento financiero, debido a quiebra, iliquidez o alguna otra razón (Chorafas, 2000). La valuación del riesgo de crédito se basa en la probabilidad de que el prestatario o emisor del bono incumpla con sus obligaciones (ocurra un default2). Un factor importante en la ocurrencia del incumplimiento es su relación con los ciclos económicos, ya que este incumplimiento suele reducirse durante los períodos de expansión económica, al mantenerse tasas totales de impagos bajas; mientras que sucede lo contrario en períodos de contracción económica. El riesgo de crédito puede analizarse en tres dimensiones básicas: • Riesgo de incumplimiento: es la probabilidad de que se presente el no cumplimiento de una obligación de pago, el rompimiento de un acuerdo en el contrato de crédito o el incumplimiento económico. A este respecto, generalmente las autoridades establecen plazos de gracia antes de poder declarar el incumplimiento de pago. • Exposición: la incertidumbre respecto a los montos futuros en riesgo. El crédito debe amortizarse de acuerdo con fechas establecidas de pago y de esta manera será posible conocer anticipadamente el saldo remanente a una fecha determinada; sin embargo, no todos los créditos cuentan con esta característica de gran importancia para conocer el monto en riesgo. Tal es el caso de los créditos otorgados a través de tarjetas de crédito, líneas de crédito revolventes para capital de trabajo, líneas de crédito por sobregiro, etc., ya que los saldos en estas modalidades de crédito se modifican según las necesidades del cliente, los desembolsos se otorgan sin fecha fija contractual y no se conoce con exactitud el plazo de liquidación; por ello se dificulta la estimación de los montos en riesgo. • Recuperación: se origina por la existencia de un incumplimiento. No se puede predecir, puesto que depende del tipo de garantía que se haya recibido y de su situación al momento del incumplimiento. La existencia de una garantía minimiza el riesgo de crédito siempre y cuando sea de fácil y rápida realización a un valor que cubra el monto adeudado. En el caso de los avales, también existe incertidumbre, ya que no sólo se trata de una transferencia de riesgo en caso del incumplimiento del avalado, sino que podría suceder que el aval incumpliera al mismo tiempo y se tuviera entonces una probabilidad conjunta de incumplimiento.   Medidas Estadísticas y Valuación: Valuación neutral del riesgo y valuación según mercado. Hay un principio general conocido como valoración neutral al riesgo, el cual establece que cualquier título que depende de otros títulos negociados puede valorarse bajo el supuesto de que el mundo es neutral al riesgo. El resultado demuestra ser muy útil en la práctica. En un mundo neutral al riesgo, el rendimiento esperado de todos los títulos es la tasa de interés libre de riesgo, y la tasa de descuento correcta para los flujos de efectivo esperados también es la tasa de interés libre de riesgo. Una volatilidad implícita es aquella que cuando se sustituye en la ecuación de Black-Scholes o en sus ampliaciones, proporciona el precio de mercado de la opción. Los negociantes monitorean las volatilidades implícitas y cotizan la volatilidad implícita de una opción más que su precio. Los resultados del modelo Black-Scholes pueden aplicarse a opciones de compra y de venta europeas sobre acciones que pagan dividendos. Un procedimiento es usar la fórmula de Black-Scholes con el precio de la acción reducido en el valor presente de los dividendos anticipados durante la vida de la opción y la volatilidad igual a la volatilidad del precio de la acción neto del valor presente de estos dividendos. Como el inversor no es neutral ante el riesgo, exige un diferencial por encima del tipo libre de riesgo. El valor del spread de crédito (diferencial sobre el tipo libre de riesgo) estaría ligado a la calidad del crédito (definido por la probabilidad de incumplimiento6) y por la estimación de pérdida en caso de impago (definido por el parámetro severidad).  El spread de mercado representa una estimación de la pérdida por riesgo de crédito esperada, pero también incorpora aspectos no ligados al crédito, como liquidez, finalidad, aspectos regulatorios,…   Modelos de riesgo (CreditMetrics, KMV, CreditRisk+ y enfoques alternativos).   Modelo KMV14 de monitoreo de crédito. Fue desarrollado a inicios de la década de los noventa por la calificadora Moody's y es una extensión del modelo de Merton, que toma en cuenta el comportamiento crediticio de los deudores. Este es un modelo de diversificación basado en las correlaciones del mercado de acciones que permite estimar la probabilidad de incumplimiento entre activos y pasivos. El modelo KMV toma ideas del modelo de Frecuencias de Incumplimiento Esperado, además de considerar la diversificación requerida en los portafolios de deuda. El modelo KMV define la probabilidad de incumplimiento como una función de la estructura del capital de la firma, la volatilidad del rendimiento esperado de los activos y su valor actual. Las EDF son específicas de una empresa y pueden ser transformadas hacia cualquier sistema de calificación para derivar la calificación equivalente del acreditado. Así también, las EDF pueden verse como calificaciones cardinales de los acreditados respecto del riesgo de incumplimiento, en lugar de la más convencional calificación ordinal propuesta por las agencias de calificaciones, expresadas en las letras, como AAA, AA, etc. Contrario a otros modelos (CreditMetrics/ Credit VaR I), el modelo KMV no hace                referencias explícitas a las probabilidades de transición, las cuales en la metodología de KMV están ya implícitas en las EDF. Modelo CREDITRISK+. La metodología CreditRisk+ la desarrolló Credit Suisse Financial Products (CSFP). En esta metodología sólo se considera el riesgo de fallido o incumplimiento y no el de migración. Al ser un modelo de impago, sólo se considera que cada deudor puede estar o cumpliendo o no cumpliendo, por tanto, dos posibles escenarios. Si se da el impago, el prestamista perdería su exposición en esa operación. Este modelo tiene una serie de características:  No hace ninguna hipótesis sobre las causas de fallido, simplemente expone sus probabilidades de fallido P(A) o de no fallido 1 - P(A).  La probabilidad de fallido para un periodo es la misma que para el resto de periodos iguales  En una cartera grande, la probabilidad de un contrato de fallido es pequeña. El número de incumplimientos que puedan ocurrir en un momento determinado es independiente del que pueda ocurrir en cualquier otro periodo  La exposición a cada contrato se ajusta a su tasa de recuperación, la cual no depende del riesgo de mercado y de crédito. En consecuencia, el volumen del crédito pendiente de devolución se ajusta según la tasa de recuperación. Este modelo busca obtener la función de distribución de la pérdida esperada del conjunto de créditos de la empresa. Esta función la consigue a través de la función de distribución del número de incumplimientos y de las pérdidas que puede sufrir la cartera. Para ello, se asume que la tasa de quiebra es una variable aleatoria continua, de la que su desviación típica recoge la incertidumbre sobre cómo se comportará en el futuro. Modelo CREDITMETRICS. Este modelo fue diseñado por J. P. Morgan en 1997, en concreto por Gupton, Finger y Bhattia. Este modelo a diferencia del expuesto anteriormente (CreditRisk+) que era un modelo de impago, es un modelo de prima de riesgo. Este modelo se basa en la migración del crédito, que mide la probabilidad de que el crédito pase de una calidad crediticia a otra, tanto superior como inferior (upgrade o downgrade). El punto o umbral de quiebra en este modelo es una calidad crediticia determinada y, por tanto, le haría llegar a él un determinado descenso de la calidad o downgrade. Por tanto, el modelo busca, tal y como nos dice Peña: “cuantificar las pérdidas por riesgo de crédito tanto por cambio de rating como por fallido” Para ello, este modelo busca la estimación de la distribución esperada de los cambios que se producen en el valor de mercado de los préstamos o bonos. El modelo CreditMetricsTM presenta una serie de hipótesis: Todos los prestatarios que estén dentro de un mismo rating o calidad crediticia son homogéneos en la probabilidad de migración y de fallido, independientemente de sus características individuales y específicas como puede ser su país, su sector o su región. La tasa de impago real depende de la frecuencia histórica que se observó y permanecerá constante a lo largo del tiempo. Los tipos de interés seguirán un modelo matemático determinista. Para poder desarrollar el modelo, en primer lugar hay que obtener la probabilidad de migración de una calidad crediticia a otra, inferior o superior. Para ello utilizamos la matriz de migración de una agencia de rating como Standard & Poor’s, Moody’s o Fitch, para un periodo que se fija de un año. Estas matrices de migración emplean datos históricos de 20 o 25 años, recogiendo la información de los créditos que migran de una categoría a otra. Por lo tanto, en este modelo, los cambios de valor de una cartera de créditos se deben a cambios de la calidad crediticia que la componen, al ser un modelo de riesgo de migración. Estas matrices de migración están formadas por: La probabilidad de incumplimiento que, como comentamos previamente, está formada por datos históricos observados, junto con las probabilidades de migración a las diferentes calidades crediticias, tanto de mejora o upgrade como de empeoramiento o downgrade. Los diferenciales de tasa de interés entre préstamos de diferente calidad. La tasa de recuperación de los créditos, si se produce el fallido.   La dependencia entre los riesgos y su tratamiento.   El propósito principal de la mitigación es transferir, cubrir o compensar la exposición al riesgo de crédito. En una transferencia de riesgo de crédito participan al menos dos partes, una que busca atenuar o suprimir dicho riesgo y otra que se hace cargo del mismo. En una cobertura del riesgo de crédito, la exposición se protege exigiendo la constitución de colaterales o mediante el uso de derivados de crédito. Por último, la compensación se realiza substrayendo de las exposiciones en un acreedor las obligaciones que se tiene con el mismo. En definitiva, las técnicas de mitigación de riesgo persiguen: • reducir el tamaño de la exposición, empleando colaterales, garantías y a través del neteo o compensación de posiciones; • asegurar el pago y de esa forma evitar el incumplimiento, y • aumentar la recuperación. Si bien el uso de técnicas de CRM reduce o transfiere el riesgo de crédito, pueden incrementar al mismo tiempo otros riesgos residuales, como son los riesgos legal, operacional, de liquidez y de mercado. Los riesgos residuales surgen cuando la cobertura es imperfecta; por ejemplo: • tratándose de riesgo de crédito residual en el caso de descalce entre los vencimientos de la exposición y el colateral, es decir, cuando el mitigador expira antes que la exposición; y • cuando la exposición y/o el mitigador están sujetos a cambios potenciales en el precio de mercado que podría crear un déficit en el valor de la cobertura.
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La Estructura del Negocio Bancario. El negocio bancario tradicional consiste en captar fondos, los cuales conjuntamente con el capital propio del banco son canalizados o colocados a sus clientes; es un negocio de intermediación financiera de entidades o personas superavitarias de capital a entidades o personas deficitarias de capital. El negocio actual es muy amplio, la concepción del banco es brindar un servicio integral al cliente, con financiamientos de corto, mediano y largo plazo, para ejecutar inversiones y/o atender requerimientos de capital de trabajo, así como otorgar servicios colaterales de fianzas, cartas de crédito de importación, cobranzas, pagos de planillas, de impuestos, a proveedores, entre otros. La concepción básica del negocio bancario es buscar un margen financiero adecuado, el cual es la diferencia entre el costo de las captaciones y el rendimiento de las colocaciones. Las captaciones consisten en obtener recursos diferentes al capital del Banco que le permitan brindar servicios adecuados a sus clientes. Todo sistema financiero se compone de tres elementos básicos: activos y pasivos financieros, instituciones y mercados. Los activos y pasivos son los productos financieros que emiten las unidades económicas con déficit y adquieren quienes tienen fondos excedentarios con el fin de invertir sus ahorros. Estos productos se colocan y adquieren en mercados, donde intervienen diversas instituciones financieras que actúan con libertad, aunque dentro del marco normativo establecido por los poderes públicos y bajo el control de instituciones y autoridades competentes. Hay tres modelos de negocio: banca comercial con financiación minorista, banca comercial con financiación mayorista y banca orientada a los mercados de capitales. Los primeros dos modelos difieren en cuanto a su fuente de financiación, mientras que el tercero se distingue principalmente por su mayor participación en actividades de negociación a través del mercado. En promedio, los bancos comerciales con financiación minorista registran las ganancias menos volátiles y los bancos comerciales con financiación mayorista son los más eficientes. Por su parte, los bancos orientados a las actividades de negociación apenas consiguen batir consistentemente a los otros dos tipos.   La Identificación del esquema y de los objetivos de Basilea II.   El acuerdo de Basilea I, se firmó en 1988, estableció unos principios básicos en los que debía fundamentarse la actividad bancaria como el capital regulatorio, requisito de permanencia, capacidad de absorción de pérdidas y de protección ante quiebra. Este capital debía ser suficiente para hacer frente a los riesgos de crédito, mercado y tipo de cambio. El acuerdo establecía también que el capital mínimo de la entidad bancaria debía ser el 8% del total de los activos de riesgo (crédito, mercado y tipo de cambio sumados). El acuerdo Basilea II, aprobado en 2004. Desarrollaba de manera más extensa el cálculo de los activos ponderados por riesgo y permitía que las entidades bancarias aplicaran calificaciones de riesgo basadas en sus modelos internos, siempre que estuviesen previamente aprobadas por el supervisor. Este acuerdo incorporaba, por lo tanto, nuevas tendencias en la medición y el seguimiento de las distintas clases de riesgo. Se hizo énfasis en metodologías internas, revisión de la supervisión y disciplina de mercado. Los Pilares del acuerdo: - Pilar I. Requerimiento mínimo de capital: persigue un adecuado gerenciamiento de riesgos por parte de las entidades bancarias fomentando el desarrollo de modelos de gestión de riesgos propietarios. - Pilar II: Proceso de examen supervisor: busca un doble objetivo de aumentar la fiscalización por parte de los Bancos Centrales a la vez de hacer más profesional la administración bancaria. - Pilar III: Disciplina de mercado: se pretende uniformar la gestión de informaciones a brindar al mercado asegurando su corrección y transparencia. El acuerdo Basilea III, aprobado en diciembre de 2010, intentó adaptarse a la magnitud de la crisis económica, atendiendo a la exposición de gran parte de los bancos de todo el mundo a los “activos tóxicos” en los balances de los bancos y en los derivados que circulaban en el mercado. El temor al efecto dominó que pudiera causar la insolvencia de los bancos, hizo que se establecieron nuevas recomendaciones como: Endurecimiento de los criterios y aumento de la calidad del volumen de capital para asegurar su mayor capacidad para absorber pérdidas. Modificación de los criterios de cálculo de los riesgos para disminuir el nivel de exposición real. Constitución de colchones de capital durante los buenos tiempos que permitan hacer frente el cambio de ciclo económico. Introducción de un nuevo ratio de apalancamiento como medida complementaria al ratio de solvencia.
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La Estructura del Negocio Asegurador. El total de compañías que operaron en el Mercado Asegurador argentino al 30 de junio de 2015 asciende a 212, siendo 184 de entidades de Seguros y 28 Reaseguradoras Locales. Las Entidades Aseguradoras existentes pueden clasificarse según la Actividad principal que realizan las mismas, donde operan al 30 de junio de 2015; 16 entidades en Seguros de Retiro, 37 exclusivamente en Vida (incluye: Colectivo, Individual, Previsional, Salud, Accidentes Personales y Sepelios), 15 con exclusividad en Riesgos del Trabajo y 5 en Transporte Público de Pasajeros. Las restantes 111 entidades se dedican a operaciones de otros Seguros de Daños Patrimoniales, o hacen operaciones “Mixtas” (es decir que cubren tanto Seguros Patrimoniales como de Personas). Las entidades pueden agruparse según la Naturaleza Jurídica de las mismas. Al 30 de junio de 2015 se vuelve a confirmar la prevalencia que tienen las Sociedades Anónimas dentro del sector, con una contribución de 156 entidades; seguidas por las Cooperativas y Mutuales con 22 entidades. La participación oficial dentro del sector es prácticamente nula (4 entidades) y las restantes 2 entidades remarcan la escasa participación de sucursales extranjeras en el mercado nacional. Desde la implementación del Nuevo Marco Normativo del Reaseguro (2011) los operadores que conforman esta actividad se han mantenido invariantes a partir del año 2013. Actualmente operan 28 Reaseguradoras Locales. La composición del mercado está formada por 19 entidades Nacionales y 9 Sucursales de Entidades Extranjeras. Por otra parte, 4 entidades aseguradoras están autorizadas a operar en Reaseguros Activos. El Mercado Reasegurador se complementa con otras 77 Reaseguradoras Admitidas. La intermediación en el mercado se encuentra en manos de los asesores productores de seguros (personas físicas y jurídicas) y los intermediarios de reaseguros que en total alcanzan los 31.600 agentes.   La Identificación del esquema y de los objetivos de Solvencia II. Solvencia II es una Directiva que cambia las normas europeas del Seguro para reforzar esta industria, que es plenamente solvente, y proporcionar mejores productos aseguradores para los ciudadanos.  El objetivo principal consiste en mejorar el control y medición de los riesgos (de mercado, operacionales, de crédito y de liquidez) a los que están expuestos las aseguradoras. Se estructura en tres pilares o principios: -Pilar I: Medida de activos, pasivos y capital. -Pilar II: Proceso de Supervisión. -Pilar III: Requerimientos de transparencia. En la República Argentina ya se ha avanzado muy claramente con los requerimientos que hacen al Pilar I, en relación con la valuación de Activos y Pasivos. Hay temas pendientes. Faltan definiciones para el Pilar II, en cuanto a una reestructuración del Organismo de Control y la adecuación de su funcionamiento a la Norma. Están vigentes ya requerimientos sobre Resultados Técnicos, Tarifas, Control Interno. En cuanto al Pilar III, debe tenerse en cuenta la estructura societaria y Legal de los Aseguradores, no importando el modelo corporativo tal cual está previsto en la Unión Europea. El Seguro, es la Mutualización del riesgo. El Reaseguro es la atomización de la mutualización del Riesgo. Con Solvencia II se busca preservar las primas recibidas en función del riesgo, con una adecuada tarifación en función precisamente del riesgo asumido, y debidamente invertidas en las condiciones y límites fijados en el marco normativo, para hacer frente a los futuros siniestros. Se espera que Solvencia II permita lograr este último objetivo señalado.
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