“La tradición Joánica y su evolución”

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Juan: Evangelio, Cartas, Apocalipsis y teología Joanica
Omar Enrique Parrado
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Omar Enrique Parrado
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“La tradición Joánica y su evolución”
  1. La lectura del evangelio de Juan resulta siempre impactante. Invita a remontarse a las alturas de la visión de Dios sobre Jesús de Nazaret y sobre el mundo creado
    1. en la literatura joánica (evangelio y cartaS) aparece un claro proceso de relectura de una tradición antigua, testimoniada fundamentalmenle en el evangelio de Juan y en la primera carta de Juan

      Annotations:

      • Unas relecluras que mueSlran que, gracias a la acción del Paráclilo, las lradiciones venerables e incuestionables que se recogen (de algún modo se remontan a Jesús de Nazarel) no se han convertido en un fósil. Anles al conlrario: la acción del Espírilu ha llevado a una aClualización continua de la lradición: "cuando venga él, el Espírilu de la verdad, les guiará hasla la verdad complela", promele el Jesús de Juan en su discurso de despedida (ver 16, 13a).
      • Este fenómeno de la relectura de un texto no es nada raro en la Biblia. Lo enconlramos, por ejemplo, en el penlateuco, en la obra del profela Isaías (segundo y lercer Isa(as), en la lileralura paulina (la segunda carla a los Tesalonicenses reinlerprela 1 Tesalonicenses), en los evangelios sin6pticos. elc. Conocer y tener en cuenta estas l-electuras ayuda a interpretar adecuadamente los textos respectivos.
      • Por eso, vale la pena que nos preguntemos por qué se dan estas relecturas de la lradición "joánica" -y ello de un modo que ahora es deleclable c1aramenle en el lexto del cuarto evangelio- y qué nos enseñan sobre las tradiciones de Jesús y sobre el signilicado del texto. A la vez, estas relecturas "canónicas" nos invitan a redescuhrir la legitimidad y el valor de las actualizaciones o relecturas que las comunidades eclesiales vivas (pienso en algunas comunidades de base que he len ido la dicha de poder conocer un poco en El Salvador) siguen haciendo hoy por tidelidad a Jesús de Nazarel y por fidelidad a su Espíritu.
      • Unas relecturas que pueden encontrar en Juan (yen el resto de los evangelios) unas pautas que les ayuden a hacer un auténtico proceso de discernimiento de su labor.
      • Por otro lado. pienso que una aproximación a través de los mismos texlos joánicos a la historia que vivieron esas comunidades ayuda a orientarse en la lectura del evangelio y a comprender mejor el estado actual del texlo y su significado.
    2. l. El cuarto evangelio, un enigma

      Annotations:

      • El evangelio de Juan (y en general, toda la literatura joánica) ha planteado siempre numerosos enigmas
      1. A LA TRADICIÓN JOÁNICA Y SU EVOLUCIÓN

        Annotations:

        • ¿,quién es (o fueron) su(s) autor(es)?; (2) la relación del cuarto evangelio con los evangelios sinópticos; (3) el trasfondo religioso cullural de Juan; (4) la ubicación en la vida de Jesús de acontecimientos, como la expulsión de los cristianos de la sinagoga, algo que ocurrió ciertamente después de la muerte de Jesús e, incluso, de la caída de Jerusalén. Es lo que técnicamente, siguiendo a Gadamer, se ha denominado "la fusión de horizontes"; (5) dificultades que descubre la crÍlica literaria en el texto mismo. Como son muy conocidos y aceptados en la invesligación joánica,
        1. 1.1. El autor

          Annotations:

          • Un primer enigma lo plantea la cuestión, debatida desde la publicación de la obra, de quién fue el autor del evangelio. La tradición lo atribuyó muy pronto -no sin controversia, sin embargo- al apóstol Juan, identificado con el "discípulo amado", que desempeña un papel muy significativo en el cuarto evangelio, Otros. en cambio, lo alribuyeron al gnóstico Cerinto y recomendaron que este evangelio no se leyera
          • El evangelio, de hecho, nunca afirma que fue escrito por el apóstol Juan. Ni siquiera en el capítulo 21 que, ciertamente, ha sido añadido por un discipulo del evangelista. Y este hecho resulta sorprendente. Sobre todo porque ya desde sus inicios fue un libro muy controvertido. Poder afirmar en el texto que era obra de un apóstol hubiera zanjado definitivamente la cuestión de la autoridad y normatividad (la canonicidad o la "ortodoxia", diríamos hoy) del cuarto evangelio. Por lo menos esto es lo que hace Pablo cuando se le cuestiona su modo de actualizar "el evangelio de Dios" (cfr. Ga 1, 11-24; ICo 9, 1-2; 15,8-11). Por ello. los mejores especialistas piensan hoy, a mi juicio con razón y sin distinción de confesiones cristianas. que el apóstol Juan no fue el autor del cuarto evangelio. Más bien tenemos en Juan una obra conscientemente anónima:
          • ... el verdadero garante de la autenticidad del testimonio es precisamente el Espíritu. Y. en este sentido, el Paráclito es el más profundo autor del evangelio dc Juan. Porque es él quien ha desvelado el sentido de la tradición sobre Jesús. El es el verdadero intérprete de esta tradición. El que nos da su sentido y nos acerca verdaderamente a Jesús.
          • Con ello puede quedar claro que el anonimato de Juan no sólo no va en contra de la inspiración de la obra, más bien es una forma de subrayar. indirectametne, pero con firmeza y claridad, que es precisamente el Parñclilo quien constituye la garantía última de la verdad del testimonio que lenemos en las páginas del evangelio de Juan
          1. 1.2. La relación con los evangelios sinópticos

            Annotations:

            • El enigma más sorprendente lo ha planteado, desde siempre, el hecho de que el cuarto evangelio sea tan distinto de los evangelios sinópticos, tanto en el lenguaje' y marco geográfico-temporal", como en su teología que está, trinitariamente, mucho más desarrollada.
            • Por olro lado, una escena como la puri ficación del lemplo (cfr. Me 11, 12-25 par MI y Le), que en los sinópticos eSlá situada en la semana en que Jesús murió, Juan la sitúa al comienzo de su vida pública (cfr. 2, 13-22). Si en los sinóplicos (cfr. Me 14, 12ss par) Jesús celebra la pascua con sus discípulos "el primer día de los ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual" y muere a la hora nona del día siguiente (efr Me 13, 33-9 par), en el cuarto evangelio, Jesús es crucificado y muere el día de la preparación a la pascua (cfr. Jn 12,28 Y 19, 14), Y a la hora sexta aún se encuentra en el prelorio (cfr. Jn 19, 14).
            • Sin embargo, y a pesar de todas estas diferencias, ya en el siglo II -10 sabemos por los Papiros 66 y 75 encontrados en Egiplo-, la obra recibió el título de "evangelio", una palabra que no se encuentra (y lo mismo ocurre con el verbo "evangelizar") en toda la obra. Esle lílUlo, como ya indiqué, sería 1. última relectura del texto, en la elapa de la canonización del mismo.
            1. 1.3. El trasfondo religioso-cultural de Juan

              Annotations:

              • También la interpretación de Juan ha resultado, a menudo, un enigma, sobre lodo cuando se ha querido determinar cuál es el trasfondo que ha condicionado su teología'J. Su trasfondo judeocristiano no se puede cuestionar hoy seriamente"'. Pero otros posibles influjos -por ejemplo el de la gnosis- sí resultan controvertidos11 • Con opiniones muy dispares. a veces contrapuestas. R. Bultmann, por ejemplo, lo considera como un gnóstico convertido al cristianismo". Por ello afirma, por un lado:
              • La terminología y los conceptos gnósticos marcan, sobre todo, las palabras y discursos de Jesús, pero no se limitan, en absoluto. a la fuente de los "discursos oc revelación", sino que recorren todo el evangelio y las cartas. Si el autor proviene del judaísmo. como lo demuestran, quizás. las expresiones lingüísticas de rabinismo que encontramos con cierta frecuencia, proviene no de un círculo ortodoxo del judaísmo. sino de un judaísmo con tendencias gnósticas. Especialmente los medios literarios con los que construye las discusiones, el empleo de conceptos de doble significación y las expresiones que tienden a provocar una interpretación equivocada, delatan que vive dentro de un ambiente de pensamiento gnóstico-dualista. Porque tales significaciones ambiguas e interpretaciones equivocadas no son en absoluto únicamente medios técnicos formales, sino expresión de la visión fundamentalmente dualista: el revelador y el "mundo" no pueden entenderse; hablan lenguajes distintos (8, 43).
              • Apenas existe otro escrito en el nuevo testamento que haya irradiado tal Fascinación dentro y Fuera de la Iglesia a través de todos los siglos como el cuarto evangelio. Se encontró en él la aUténtica voz de Cristo y se le denominó. a diferencia de los sinópticos. el evangelio espiritual. reconociendo así su misma pretensión. En su admisión en el canon está latente ciertamente uno profunda ironfa: apareció como celestial lo que no podía ya adscribirse a ningún lugar terreno. [ ... ] su aceptación en el canon de la gran Iglesia tuvo lugar errare hominum el providentia Dei. Contra todas sus intenciones. la Iglesia aquí, seducida por la imagen del Dios Jesús que camina sobre la tierra, atribuyó a los apóstoles la voz fuera de aquí silenciada de aquellos que, una generación más tarde de nuestro evangelio. fueron condenados como herejes 
              • De hecho, en los primeros siglos, el evangelio fue con troven ido, sobre todo porque fue el evangelio que escogieron los grupos gnósticos que se separaron de las grandes iglesias para defender su interpretación de la fe. Pero, en contra de 1,1 opinión de Kasemann. pienso que las grandes iglesias cristianas acertaron plenamente al considerar como "narrativo para toda fe cristiana", es decir. "canónico", este evangelio. Comparto la opinión de Brown, lcuando afirma:
              • El cuarto evangel io es diferente de los demás evangelios en su presentación ele Jesús y asombrosamente diferente de las carlas paslorales y de los Hechos de los apóstoles en su visión de las realidades eclesiales, de manera que los eSludiosos han elahorado la teoría de que la comunidad cristiana de Juan podía haber sido un fenómeno sectario "marginal". Espero demostrar que no fue algo "marginal", sino más bien algo inseno en la corriente de confronta· ción aguda con las sinagogas y con otras iglesias y que, a pesar de las tendencias sectarias. todavía rezaba por la unidad con los demás cristianos. Pero fue un grupo cristiano rctadoramenle diferenle y fugaz, lan pasajero. quc estaba destinado a ser absorbido en los movimientos cristianos más amplios (a la derecha o a la izquierda) que surgieron a partir del siglo 1.
              1. 1.4. El enigma de la "fusión de horizontes"

                Annotations:

                • El evangelio de Juan sitúa en la vida de Jesús acontecimientos que. como la expulsión de los cristianos de la sinagoga judía ('fr. 9.22; 12.42), acontecieron bastante después de la resurrección de Jesús. Tuñi 1 saca de ello (y de las caracteristicas literarias. en general. que son propias del cuarto evangelio), la siguiente conclusi6n: El evangelio dc Juan es el resultado de una profunda relectura de la vida terrena de Jesús a la luz dcl Espíritu. Y, al mismo tiempo, es un reflejo de la vida de la comunidad en que se escribe. Este doble momento, que ha queda·
                • do ampliamente expuesto en este capítulo, está fundido en un único texto. El texto del evangelio de Juan resulta, por tanto, de una densidad extraordinaria.
                • y refiriéndose al texto final escrito que ha llegado hasta nosotros, añade": y en este único texto es donde encontramos fundidos dos horizontes bien diferenciados: el de la historia de Jesús y el de la historia de la comunidad. Pero al fusionarse estos dos niveles de hecho constituyen como un tercer horizonte, fruto de la fusión de los otros dos. Es esta novedad, fruto de la mutua luz de los dos niveles fundidos, lo que constituye la aportación más original de esta obra.
                1. 1.5, Los enigmas de la crítica literaria

                  Annotations:

                  • Un último enigma lo ha planteado, desde antiguo, la crítica literaria". Pues ella ha mostrado que detrás del texto de Juan se debe presuponer una larga historia de la formación de la obra, que ha dejado unas huellas imborrables en el texto actual. 
                  1. 2. La crítica literaria, clave de acceso a la historia de la tradición joánica
                    1. 2.1. Los dos finales del cuarto evangelio

                      Annotations:

                      • El ejemplo más claro -y señalado desde hace tiempo- de que detrás de la  redacción del cuarto evangelio hay toda una historia. lo encontramos en el hecho de que Juan tiene, propiamente. dos finales. El primero. que sería el más antiguo y original, lo encontramos en Juan 20. 30-31: Jesús hizo en presencia de sus discípulos muchos más signos de los que han sido recogidos en este libro. Estos han sido narrados para que crean que Jesús es el Mesías. el Hijo de Dios; y para que. creyendo, y gracias a él, tengan vida eterna.
                      • Se trata claramente del final original de la obra. Pero. a continuación. y de modo abrupto (y con un lenguaje literario un poco distinto del que hemos encontrado hasta ahora), la narración continúa asi: "Poco después Jesús se apareció otra vez ..... (21. I a). Este nuevo comienzo. evidentemente. sorprende en este lugar. Por otro lado, es obvio que el capítulo 21 fue escrito por un discípulo del evangelista. Pues en Juan 21. 22-23 se presupone la muerte del discípulo amado, presunto autor del evangelio.
                      • Esto es lo que implica la respuesta de Jesús a la pregunta que Pedro le plantea: "Señor, ¿y éste [se refiere al discípulo amado) qué?", Jesús le responde: "Si yo quiero que él permanezca hasta que yo vuelva, a ti, ¿qué? Tú, sígueme". Y añade el comentarista: "Estas palabras dieron pie para que circulase el rumor de que este discípulo no iba a morir. Sin embargo, Jesús no había dicho a Pedro que aquel discípulo no moriría, sino: 'Si yo quiero que él permanezca hasta que yo vuelva. a ti, ¿qué?"', El fragmento concluye,  entonces, con estas palabras: Este discípulo es el mismo que da testimonio de todas estas cosas y las ha escrito. Y nosotros sabemos que dice la verdad. Jesús hizo muchas más cosas. Si se quisieran recordar una por una. pienso que ni en el mundo entero cabrían los libros que podrían escribirse (21, 24-25)".
                      • Un final, por otro lado, que recuerda, por su estilo, el comienzo de 1Juan: Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y han tocado nuestras manos acerca de la palabra de vida -pues la vida se manifestó y nosotros la hemos visto y damos testimonio. y les anunciamos la vida eterna que estaba junto al Padre y se nos manifestó---, lo que hemos visto y oído se lo anunciamos para que también ustedes estén en comunión con nosotros. Nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo. Jesucristo. Les escribimos estas cosas para que su gozo sea completo (1,1-4). Ante este hecho, uno no puede menos de preguntarse varias cosas: ¿por qué hay ese doble final en Juan? ¿Por qué no se atrevió el discipulo que añadió el capítulo 21~) a incorporar simplemente esta última aparición del resucitado en 
                      • Galilea al resto de las apariciones del capítulo 20? ¿Qué relación hay entre el "evangelista" y el (¿los?) redactor(es) final(es)?" Y, por último, ¿qué relación hay entre el cuarto evangelio y las cartas de Juan?
                      •    Para avanzar en la respuesta, que nos llevará a intentar descubrir la historia de la tradición joánica, conviene notar que, además del capítulo 21, hay Oros textos en el cuarto evangelio que plantean problemas cuando se hace un análisis literario riguroso del mismo.   
                      1. 2.2. Problemas de crítica texlual en un lexlo que utiliza un lenguaje no joánico

                        Annotations:

                        •    El episodio de la mujer adúltera que encontramos en Juan 8, 1-11 -un texto de vocabulario y teología claramente sinópicos y que no lodos los manuscritos sitúan en este lugar (resulta imposible hoy saber cuándo y por qué se introdujo este texto canónico precisamente en este lugar)- parece un texto introducido en el cuarto evangelio en una etapa ulterior a la redacción definitiva del cuarto evangelio.   
                        1. 2.3. Textos que inicialmente irian unidos y ahora están separados

                          Annotations:

                          • Llama la atención, por ejemplo, que Jesús en 14,31 diga "Levántense. Vámonos de aquí', sin que, de hecho, se vayan hasta 18. 1 ("Terminados estos  discursos, Jesús y sus discípulos salieron de allí'). En 2.5. clarificaré más este  punto. También se ha hecho notar que el encadenamiento canónico de los capítulos 5-7 parece secundario: la lógica narrativa pediría el siguiente orden: capítulos 4, 6. 5, 7.   
                          1. 2.4. Textos que presentan tensiones entre ellos (¿glosas clarificadoras?)

                            Annotations:

                            • otros textos presentan una cierta tensión entre ellos, como 3, 22 (cfr 4, 1), donde Juan dice que Jesús bautizaba, mientras que, en 4, 2 se corrige la afirmación, indicando que propiamente Jesús no bautizaba, sino que lo hacían sus discípulos. O textos como 6, 53-54, donde leemos: "Yo les aseguro que si no comen la carne del Hijo del Hombre y no beben su sangre, no tendrán vida con ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré el último día", mientras que en 6. 63 se afirma: "El Espíritu es quien da la vida; la carne no sirve para nada", También se han señalado las tensiones entre los textos que presuponen una escatología de presente y aquellos que hablan de una escatología de futuro (por ejemplo, Juan 5, 25 y 5, 28-29).   
                            1. 2.5. Relecturas de tradiciones anteriores

                              Annotations:

                              •  En los  discursos de despedida, si se compara 13, 31-14, 41 con 16, 11-33. Se cae en la cuenta, por la semejanza de su contenido, que parecen ser dos versiones distintas de un mismo discurso de despedida. Inicialmente, sin embargo. ambas versiones no irían unidas, pues de 10 contrario no se entiende por qué Jesús en 16, 5 se queja de que los discípulos no le pregunten a dónde va, cuando en 13, 36 (cfr 14, 2ss) Pedro se lo ha preguntado explícitamente. Por otro lado, en la primera versión del discurso (13, 31-14, 31) se reflexiona sobre la marcha de Jesús más bien desde el punto de mira cristológico (la pregunta fundamental es "¿a dónde vas?"), mientras que en la segunda versión (15, 4b--33), la marcha de Jesús es releída desde la problemática antropológica y eclesiológica. Pues si bien la marcha de Jesús es necesaria y positiva para la comunidad, sin embargo, ésta se encuentra abandonada en un mundo hostil·'.   
                              • También el gesto simbólico de Jesús, lavando los pies a sus discípulos (13, 1-5). refleja dos interpretaciones". En la primera,13, 6-11. Y en profunda relación con el gesto de Jesús, el lavatorio de los pies es interpretado como gesto simbólico profético que anticipa el servicio radical de Jesús a sus discípulos hasta dar la vida por ellos. En cambio, en 13, 12-17 parece ser una relectura del mismo hecho, pero ahora desde la perspectiva del ejemplo que da Jesús" sus discípulos para que aprendan a comportarse unos con otros como Jesús se comporto con ellos.
                              • También el milagro de la curación del paralítico (5, 1-9a) da pie a dos relecturas, que profundizan en el significado del signo de Jesús. La primera la encontramos en 5, 9b-18 Y ahonda aún más en el escándalo que provoca el hecho de que Jesús haya realizado el signo en sábado (una reflexión teológica que encontramos también en textos sinópticos como Marcos 3, 1-6 par y que refleja hechos escandalosos que realizó Jesús en su vida terrena) al afirmar el mismo Jesús, en lenguaje joánico, la identidad de su obrar con el del Padre. provocando así la oposición de los judlos (5, 18):
                              • Por eso los judíos trataban con mayor empeño de matarle, porque no sólo quebrantaba el sábado. sino que llamaba a Dios su propio Padre. haciéndose a sí mismo igual a Dios.
                              • En una segunda relectura (5,. 19-30). el milagro es profundizado aún más. reflexionando sobre la obra y la autoridad del Hijo y su relación con cl Padre. Finalmente. en 5, 31-47 encontramos todo un discurso sobre los testimonios en favor de Jesús, que muestran que es él y no sus adversarios quien tiene razón en la controversia.
                              1. 2.6. La relectora de la Primera carta de Juan

                                Annotations:

                                • Por último, conviene notar que la Primera carta de Juan (1Jn) alude continuamente al cuarto evangelio. Pero lo hace con una problemática distinta de la  ue aquél y, a veces, con una formulación también distinta. si bien el estilo y el lenguaje de ambos escritos es muy semejante. De todo ello podemos sacar dos conclusiones claras: a) la hipótesis que mejor explica lo que nos ha revelado el análisis literario del cuarto evangelio y  de la primera carta de Juan es la existencia de una "escuela joánica", que estaría detrás de los textos en su estado actual (ello no excluye que el cuarto evangelio. como veremos, sea obra fundamentalmente del gran teólogo de esta escuela y comunidad) y b) la literatura joánica es un proceso de relectura continua de una tradición antigua
                              2. 3. La historia de las comunidades joánicas, clave de acceso a la historia de la tradición joánica y, O a las relecturas del texto evangélico
                                1. 3.1. Presupuesto

                                  Annotations:

                                  • La clave para orientarnos un poco dentro de todos estos enigmas se encuentra en la historia de las comunidades joánicas. Su teología experimentó -como el evangelio y las cartas lo atestiguan- una evolución, un crecimiento, a medida que los signos de los tiempos lo pidieron y los problemas de la comunidad fueron evolucionando. En todo caso, y con todos los matices que se quiera, tres son los momentos fundamentales de la tradición joánica: el de la tradición inicial del evangelio. el de su redacción definitiva y el de las cartas de Juan.
                                  • Con Iodo, conviene tener muy presente que el intentar reconstruir la tradición de las comunidades joánicas con ayuda de la historia de dichas comunidades exige una cierta modestia. Un conocedor lan excelente de la literatura joánica. como fue R. E. Brown. escribía en el prefacio de su estudio de La comunidad del discípulo amado: Advierto al lector que mi reconslrucción reivindica, lodo lo más, probabilidad: de tal forma que, si se acepta un sesenta por ciento de mis investigaciones, me daré por satisfecho. Por aIra parte, en la reconstrucción de la historia de la comunidad, pienso centrarme en las relaciones con otros grupos y en una situación vital que refleja tanto amores como odios. y. por eso. este Iihro no es una teología joánica de conjunto con sus pros y sus contras netamente equilibrados"'.
                                  1. 3.2. Los inicios de la tradición joánica

                                    Annotations:

                                    • Las tradiciones joánicas no son pura. creación de la comunidad pospascual o de uno de sus geniales miembros. Como todos los evangelios canónicos, Juan se dislingue lambién por querer recuperar para su comunidad la vida y la aCluación de un hombre histórico. Jesús de Nazarel. Y todo parece indicar que se esfuerza por ser fiel a esta tradición "jesuánica".
                                    • sabemos, por Gálatas 2, 1-10, que el apóstol Juan rue un personaje significativo de la primera comunidad cristiana, la de Jerusalén (cfr. también Hechos de los Apóstoles).
                                    1. 3.3. El grupo inicial judío palestinense helenista

                                      Annotations:

                                      • El estrato más antiguo de la reinterpretación del cuarto evangelio proviene de unas tradiciones judeocristianas del sur de Palestina. quizás de Jerusalén. Ello explicaria el papel que desempeñan en este evangelio Jerusalén y las fiestas en el templo, asl como el conocimiento de algunos lugares como la piscina de cinco columnas (cfr, Jn 5, 2) o del "enlosado", "que en la lengua de los judíos se llama Gábbata" (Jn 19, 13). Discípulos de Juan Bautista (y de Qumran: eso explicaria, al menos en parte, la terminología dualista de muchos vocablos de Juan) formaron parte del grupo.
                                      • No todos los discipulos de Juan pasaron a Jesús. Por ello, debió haber una cierta tensión entre este grupo cristiano y los discipulos que siguieron fieles a Juan Bautista. Lo cual llevó al grupo cristiano a, sin negar el papel de Juan Bautista, reducir su papel a ser un mero testimonio en favor de Jesús (en los sinópticos. Juan tiene mayor relieve y una cierta independencia. aunque relativizada también en función de su interpretación cristiana como (mero) precursor de Jesús)'''.
                                      • La cristología propia de este estadio sería aún bastante sencilla y semejante a la de los sinópticos: Jesús como Meslas davídico, en quien se cumpllan las profecfas y quien se acredita por los signos (obras) extraordinarios que realiza y por su crItica y oposición a una determinada manera farisea de vivir la religión (oposición al sábado y al templo), lo cual le llevó a la pasión y a la cruz.
                                      1. 3.4_ La aportación samaritana

                                        Annotations:

                                        •    Este grupo judeocristiano helenista se vio obligado a emigrar hacia el norte Ignoramos por qué razones (podrá ser por las persecuciones que sufrieron los cristianos helenistas. según Hechos 8. 1-3. o más tarde. cuando las amenazas judías a medida que se acercaba el momento de la insurrección contra los romanos se fueron haciendo más fuertes). En este proceso migratorio entrarían. Al atravesar Samaria. en contacto -si es que no lo hicieron ya antes- con un grupo samaritano que pasó a formar parte de la comunidad e influyó en su teología~. Juan 4 sería un buen reflejo de este estadio. Quizás se deba a este grupo, además de una radicalización de la crítica del templo, la visión cristológica de Jesús corno el profeta definitivo anunciado por Moisés «(cfr. Dt. 18,15.18).   
                                        1. 3,5, La emigración a Siria

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                                          • Finalmente, el grupo se debió alinear en Siria • y allí debió entrar en profundo conflicto con la sinagoga judía. Un con niela que habría vivido ya cuando tuvo que emigrar de Palestina.
                                          1. 3.6. ¿Una última emigración a Efeso?

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                                            • Algunos autores piensan que hay que ubicar a la comunidad joánica más bien en Efeso o que por lo menos tuvo que emigrar a esta ciudad. al final de su  periplo. Por lo menos esto es lo que propone Zumslein  Nos parece que hay que mencionar una hipótesis que se discute en la actualidad: el cambio de situación que ha conducido a la redacción del capitulo 2  y, por tanto, el reencuadre del evangelio podría corresponder al desplazamiento del movimiento joánico de Siria a Asia Menor (Efeso). Implantado en un medio nuevo, el movimiento joánico sentiría la necesidad, a la vez, de anudar los lazos con la Iglesia del entorno (la "gran Iglesia", alimentada por la herencia paulina y la tradición sinóptica) y de legitimar su identidad.
                                            1. 3.7. El contacto con la gnosis

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                                              • En un momento determinado de su historia -no se puede excluir que fuera relativamente pronto, pero también podría haberse acentuado este rasgo en Siria-, el grupo entró en contacto con ideas gnostizantes, procedentes, probablemente, de una teología sapiencial judía como la de las Odas de Salomón, lo cual le permitió formular mejor, con ayuda de la personalidad del evangelista (la redacción final, Jn 21, 24-25, lo identifica con la figura "misteriosa" del "discípulo amado'·'''), su teología, sobre lodo su "alta cristología", que lo distingue de las comunidades petrinas.
                                              • Los discursos del evangelio -muy lípicos de la obra- renejarían muy bien esle esladio de la Iradición. Temas como la preexislencia de Jesús y su divinidad se formularían quizás en esle eSladio. Con ello provocarían no sólo la reación de los judíos no cristianos. que considerarían esta teología como una auténtica provocación y blasfemia, ya que para ellos cueslionaría la fe monoleísla, sino inclu· so de algunos cristianos, tanto de la comunidad como fuera de ella, que verían como excesivas estas afirmaciones cfistológicas. Tanto más cuanto que ni siquiera las olras comunidades judeocrislianas, lideradas por Pedro, habían llega· do a eSle lipo de "alla crislolog!a". ESlo explicaría que los jetes judíos expulsa· ran a los cristianos joánicos de su sinagoga. provocando una auténtica crisis en la misma comunidad. Por Olro lado. pienso que es en este estadio cuando los cristianos joánicos se abrieron más claramenle a la enlrada de los paganos (los "griegos") en la comu· nidad (cfr. Jn 12, 20-26; la cruz ha posibililado esle acceso: cfr. Jn 12, 32s).
                                              1. 3.8. Dos momentos especialmente críticos
                                                1. 3.8.1. La expulsión de la sinagoga
                                                  1. 3.8.2. Signifioado de Juan 21
                                                    1. 3.8.2.1. Reencuadre de Pedro
                                                      1. 3,8.2.2. Reencuadre del discípulo amado
                                                    2. 3.9. La relectura del Prólogo (Juan 1, 1-18)
                                                    3. 4, La segunda gran crisis: el cisma dentro de la comunidad y la primera carta de Juan

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                                                      •    La reacción negativa de los judíos y la consecuente persecución provocó una polarización dentro de la comunidad. A esta nueva situación debemos la existencia de la primera carta". Por un lado, un grupo - que según l Juan se separó de la comunidad - quiso radicalizar tanto la divinidad de Jesús, que llegó a cuestionar su humanidad" y el significado (expiatorio) de la cruz'. Dentro de la misma comunidad. un discípulo del evangelista -el autor de las cartas de Juan que gozaba de un cierto liderazgo dentro de ella (aunque algunos Como Diotrefres lo cuestionan: cfr. 3Juan 9-10) - escribió. parece. una primera redacción de la primera carta -a modo de tesis- para clarificar las posturas   
                                                      • Pero no logró convencer al grupo disidente, que acabó abandonando la comunidad. Entonces. "el anciano" (así se denomina a sí mismo el autor en 2Juanb 1,1 y 3Juan 1) realiza la edición final de 1Juan. que se convirtió en pauta de lectura del evangelio y contribuyó eficazmente a que éste acabara siendo recibido como canónico dentro de las grandes iglesias.
                                                      • La situación ahora es mucho más difícil que cuando se redactó Juan 21. Pues las dificultades no vienen de fuera, sino que ha habido un cisma interno: Han oído que iba a venir un anticristo; pues bien, ya ha llegado: han surgido muchos anticristos. Esta es la prueba de que ha llegado la última hora. Salieron de entre nosotros, pero no eran de los nuestros. Porque si hubieran sido de los nuestros, hubieran permanecido con nosotros. Pero así ha quedado claro que no todos son de los nuestros. Ustedes, en cambio, tienen el Espíritu que viene de Dios y lo saben todo. Les he escrito, no porque no conozcan la verdad. sino porque la conocen, y porque ninguna mentira procede de la verdad. ¿Quién es el mentiroso. sino el que niega que Jesús es el Mesías'! Ese es el anticristo. el que niega al Padre y al Hijo. Todo el que niega al Hijo, se queda sin el Padre, y todo el que acepta al Hijo, tiene también al Padre. Ustedes deben permanecer fieles a lo que oyeron desde el principio. Si son fieles a lo que oyeron desde el principio, también ustedes permanecerán en el Hijo y en el Padre. Y ésta es la promesa que él nos ha hecho: la vida eterna. Les he escrito estas cosas teniendo delante a los que intentan seducirles (1Jn 2, 18-26).
                                                      • Por eso, el autor, aunque presenta lo que dice como repetición de la tradici6n que conocen también los destinatarios (cfr. 1, 5; 3, 11). y el prólogo alude al evangelio (cfr. 1, 1-4), sin embargo -y ello resulta sorprendente- jamás cita el evangelio o hace referencia al discípulo amado, que podrían garantizar su autoridad. La explicación más plausible está en el hecho de que también los adversarios reclamarían para sí tanto el evangelio como la autoridad del discípulo amado". A diferencia del evangelio, donde los adversarios principales eran los fariseos. aquí los adversarios parecen claramente gnostizantes.
                                                      • En todo caso, el hecho de la canonización de Juan vendría confirmado por la existencia de 1Juan, que utiliza un  género literario distinto para clarificar algunas cuestiones que planteaba la interpretación del evangelio. La carta contrapone dos tipos de saber, es decir, el saber eclesial tradicional que el autor incorpora con unas breves tesis introducidas por las formulas "nosotros sabemos". "nosotros hemos oído", y el saber heterodoxo, que es indicado con las fórmulas "el que dice" o "si decimos". Esto muestra que, en una situación de conflicto, la carta quiere ser una guía de lectura que permita tener acceso a la comprensión adecuada de la tradición ancestral"'. Ello se ha hecho necesario por el conflicto grave existente en la comunidad sobre el modo como hay que interpretar algunas afirmaciones centrales del evangelio. Como señala Zumstein!i':
                                                      • Este conflicto es el resultado tanto de la ambivalencia que caracteriza al cuar10 evangelio mismo, como de las nuevas cuestiones suscitadas por la historia del movimiento joánico. Para mostrar cómo la tradición joánica debía ser comprendida, la escuela joánica ha compuesto una carta destinada a resolver las cuestiones en litigio y a ofrecer una guía de lectura que permita descodificar el evangelio. Esta proposición de relectura se esfuerza por reencuadrar las afirmaciones conocidas por todos y aceptadas por todos, es decir, el evangelio, haciendo referencia a lo que existía desde el comienzo. El supuesto inicio de la tradición joánica·<K se conviene en el principio regulador de su interpretación y  de su desarrollo.
                                                      • Al terminar su reflexión sobre la historia de las comunidades joánicas, Zumstein:'i1J saca tres conclusiones: 1) el cristianismo joánico es un fenómeno antiguo (a nivel de tradición, tanto como lo es el paulino); 2) el evangelio es una obra en devenir (contiene varias relecturas), y 3) la alta cristología de Juan no es un fenómeno tardlo.
                                                      1. 5. Consecuencias para nuestra lectura creyente de la Biblia

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                                                        • ¿Qué lecciones podemos sacar de la historia de la comunidad Joánica y de  las continuas relecturas que fue haciendo a lo largo de su historia?
                                                        1. S.l. Para ser neles a la tradición hay que ser creadores, no meros repetidores

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                                                          • Esto es lo que hizo. programálicamcnle. tanto el evangelista. como la redac· ción eclesial del evangelio. Es verdad que, al intentar aCluali7.ar el evangelio. tanto incullurándolo como respondiendo a los retos que nos plantean los signos de los tiempos. la persona y la comunidad que lo haga se puede equivocar. Pero no puede hacer otra cosa si quiere ser fiel al Espíritu de Jesús. Pues si no lo hace, si se limita a repetir una tradición anquilosada. entonces es seguro que sí se equivocará.
                                                          1. 5.2. Nos enseña cuál fue y debe ser el fundamento teológico de toda relectura

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                                                            • Podríamos resumirlo así: el fundamento teológico de toda relectura es la fidelidad creadora a Jesús de Nazaret y al Espíritu que nos guía en la relectura continua de la tradición.
                                                            1. 5.2.1. La fidelidad a Jesús de Nazaret

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                                                              • A lo largo de la evoluci6n de la tradici6n joánica hemos ido descubriendo la necesidad de "la memoria" que nos enraíza en el hecho inicial: la encamación, la vida. la muerte y la resurrección de la Palabra encarnada en el hombre concreto que fue Jesús de Nazarelo Por ello fue esencial siempre para la comunidad joánica situar sus enseñanzas en la vida concreta de Jesús, que lo llevó a la muerte y a la resurrección. Por ello situó sus tradiciones en el marco de lo que. desde Marcos, se ha denominado. con raz6n. evangelio (buena noticia). Para la comunidad joánica era esencial no convertir en mito la figura del crucificado. No se podía explicar quién era Jesús al margen de que fue un ajusticiado, una víctima de los poderes religiosos, civiles y económicos de este mundo. Había que manlener viva la memoria del "primer mártir" y "ponerla a producir", como suele decir Jon Sobrino, a propósito de los mánires salvadoreños -y de los márlires en general. Este aspecto ha sido recuperado maravillosamente por la teología de la liberaci6n, dejándose guiar por un autor inspirado que fue eminenle en este punto. Me refiero a Marcos
                                                              • Por ello, la experiencia pascual, con toda su gratuidad, no sólo no excluye, sino que provoca el discernimiento continuo (la krisis: cfr. Jn 3, 14-21) en la comunidad, según se acepte o no la propuesta de Jesús: A quienes perdonen los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengan, les quedan retenidos (Jn 20, 23). Es también la recuperación de la enseñanza de Jesús de Nazaret, que dejó como testamento una consigna muy clara: Les doy un mandato nuevo: que se amen los unos a los otros. Que, como yo les he amado, así se amen también ustedes los unos a los otros. En esto conocerán todos que son mis discípulos: si se tienen amor los unos a los otros (Juan 13, 34-35).
                                                              • Pero esta enseñanza ha sido, a menudo, mal interpretada, espiritualizando indebidamente este amor. Por esto, el autor de la primera carla de Juan se ve obligado a hacer una relectura de este texto y a clarificar este aspecto cuando escribe retlexiones como las siguientes: Pues éste es el mensaje que han oído desde el principio: que nos amemos unos a olros. No como Caín, que, siendo del Maligno. mató a su hennano. Y ¿por qué lo mató? Porque sus obras eran malas, mientras que las de su hermano eran justas (IJn 3, 11-12). Si alguno que posee bienes de la tierra ve a su hermano padecer necesidad y le cierrn su corazón. ¿cómo puede 
                                                              • permanecer en él el amor de Dios. Hijos míos, no amemos de palabra ni de boca, sino con obras y según la verdad (IJn 3, 17-18). Si alguno dice: "amo a Dios" y aborrece a su hennano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hennano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve. Y hemos recibido de él este mandamiento: quien ama a Dios, ame también a su hermano (IJn 4,20-21).
                                                              1. 5.2.2. La renovación continua de la tradición con la ayuda del Paráclito

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                                                                • A la vez, el Paráclito nos ayuda a preparar el futuro y a dinamizar la actuación y la reflexión creadora de la comunidad: Pero yo les digo la verdad: les conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a ustedes el Paráclito; pero si me voy, se lo enviaré; y cuando él venga, convencerá al mundo en lo referente al pecado, en lo referente a la justicia y en lo referente al juicio; en lo referente al pecado, porque no creen en mr; en lo referente a la justicia, porque me voy al Padre, y ya no me verán; en lo referente al juicio, porque el Príncipe de este mundo está juzgado (Jn 16, 7-11). Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, les guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga, y les anunciará lo que ha de venir. El me dará gloria, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho: recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes (Jn 16, 13-15).
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