El desafío del naturalimo. El propósito de la ciencia consiste en explicar las cosas naturales de
una forma natural, sin recurrir a entidades o procesos sobre naturales, y dentro de un marco
universal que trasciende el tiempo, la ubicación, la historia y la cultura ¿Es posible explicar de
esta manera la mente y la conducta humana?
El desafío del realismo. Muchas teorías en psicología. Como las de Freud y las del
procesamiento de la información, infieren estados y procesos inconscientes subyacentes
a partir de la conducta. ¿Existen estos estados o procesos realmente en un esfera de
la mente que es inaccesible a la introspección, o son ficciones convenientes, como
preferirían los antirrealistas.
El desafío de la autonomía. Muchos pensadores creen que la naturaleza última de la
realidad es material y que la causa última de la conciencia y de la conducta humanas
debe ser, por tanto, fisiológica. ¿La psicología es autónoma de la biología, o las teorías
psicológicas están condenadas a ser algún día reducidas a teorías neurofisiológicas, o,
incluso peor, a ser reemplazadas definitivamente, arrojadas al montón de chatarra de la
historia junto con la alquimia y la astrología? ¿Qué destino le espera a la psicología
popular? ¿Explicación teleológica? ¿Explicación por razones?
El desafío de la explicación. La explicación científica se detiene cuando alcanzamos
leyes de la naturaleza tales como el movimiento rectilíneo que se consideran última,
es decir, que no requieren ellas mismas de ninguna explicación. ¿Cuáles son los
ideales del orden natural de la psicología? ¿Qué deberían aceptar los psicólogos como
último y qué debería definir como los problemas a resolver?