Los antropólogos han estudiado el fenómeno de la pertenencia a
grupos desde varios ángulos. Muchos artefactos humanos como las
máscaras, los tótems y los escudos presentan unos signos distintivos
Los seres humanos tienen una fuerte tendencia a formar grupos, a señalar esos grupos
con unas marcas distintivs y a adoptar unas actitudes muy claras hacia grupos más o
menos cercanos o distantes. ¡Basta con pensar en los equipos de fútbol! Sus relaciones
van desde la amistad duradera o la rivalidad amistosa hasta el enfrentamiento mortal
EXPLICACIONES CONTRARIAS
Hace unos 50 años, tras las teorías pseudicientíficas de los nazis sobre la raza, los observadores se resistían a aceptar
cualquier explicación de la conducta humana basada en la biología. Las nociones de la sociobiología y de la psicología de la
evolución está fuera de toda duda. Es innegable que el ser humano presenta una tendencia profundamente arraigada a crear
grupos, a identificarse con los miembros de su grupo y a adoptar una actitud cautelosa o claramente hostil hacia otros grupos
sea cual sea su definición. Por ultimo, aunque se hallen unas bases biológicas claras ara los prejuicios y los estereotipos, los
seres humanos de cada generación deben intentar afrontar estas tendencias y, en la medida de lo posible, aplacarlas
LA ÉPOCA ACTUAL ES DIFERENTE
Con la invención de armas de destrucción masiva como el armamento nuclear, la relación entre
los grupos humanos ha pasado el Rubicón. En tros tiempos, cuando los limites de la guerra
ritualizada no se respetaban, el peor resultado posible era la aniquilación de un grupo hostil .
Hemos vivido dos guerras mundiales que han afectado a gran parte del planeta, y poseemos
armas nucleares, biológicas y químicas que pueden cruzar fronteras y dejar el mundo inhabitable
UNA META RAZONABLE: EL RESPETO HACIA LOS DEMÁS
En un mundo que cuenta con centenares de países, con miles de grupos que hablan miles de lenguas y con más de seis mil millones de
habitantes, ¿Cuál podría ser una meta razonable? Está claro que ya no podemos separar unos grupos de otros alzando telones o erigiendo
muros. Con frecuencia se invoca el desideratum de la "tolerancia", y puede que eso sea todo lo que podemos esperar. Quienes tienen un
espíritu más optimista optan por el lenguaje romántico; siguen el ejemplo del poeta W.H: Auden, quien en vísperas de la segunda guerra
mundal dijo "Debemos elegir entre amarnos los unos a los otros o perecer". Personalmente me inclino más por el concepto de respeto
EL VALOR DEL RESPETO
Es posible recibir una formación científica, matemática y técnica en un entorno totalmente intolerante. Precisamente es ésta la situación propia
de muchos regímenes basados en el fundamentalismo religioso o el totalitarismo político. Dicho son rodeos, esta enseñanza no puede eludir
cuestiones relacionadas con el respeto bajo el pretexto de un estudio disciplinario "puro": es necesario afrontar directamente el valor y los costes
del respeto y los costes infinitamente mayores de la falta del mismo. A medida que la educación avanza durante la infancia y hasta principios
de la adolescencia, se debería ddedicar el tiempo necesario a abordar de una forma explícita cuestiones relacionadas con los conflictos entre
grupos y con la pertenencia a los mismos. En esta etapa es oportuno ofrecer cursos como "conocer la historia y conocerse a uno mismo".